METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
El peto de ánimas de Romeu en San Andrés de Comesaña es uno de los principales atractivos del Camino a su paso por la parroquia. Los vecinos dejan constancia de la curiosidad que despierta entre los que hacen la ruta portuguesa por la costa. El conjunto patrimonial, que data de 1860, también forma parte de la tradición jacobea.
Tal y como recoge el arqueólogo José Manuel Hidalgo en su blog “Vigoetnográfico”, “cuenta la leyenda que en este lugar se puso este peto de ánimas en recuerdo de un peregrino que, camino a Santiago, se paró en ese punto y murió”. La historia caló en la memoria colectiva, que explica cómo se sufragó la obra: “Se utilizó el dinero que tenía en la cartera para pagar el peto y que le ayudase a la salvación de su alma”, comenta Xoán, vecino de la zona.
Según Hidalgo, el conjunto se encontró desmontado y el Concello procedió a restaurarlo. Actualmente, le falta la cruz, que está custodiada en una casa de San Andrés desde hace una década. Así lo explicó Óscar F. en la web “Patrimonio Galego”, donde destacaron la importancia de esta pieza de arte popular. Son pequeños santuarios propios de Galicia, que se colocan en cruces de caminos, dedicados a las ánimas del purgatorio.
Aunque el trazado del Camino no está oficializado en el tramo vigués, el itinerario más frecuentado pasa por delante de otros dos petos de ánimas: el de Coia, en la avenida Beiramar, y otro en Teis, el de Almiñas da Portallada, frente al parque de A Riouxa.
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