Penas mínimas por abusos para dos vigueses que actuaron como La Manada

Con solo 18 años, fue objeto de un abuso entre dos conocidos que aprovecharon que se encontraba inconsciente por el consumo de alcohol. Ambos se encontraron con ella en una zona de ocio nocturno de la ciudad y después de tomar unas copas la subieron en un taxi y se la llevaron a un domicilio. Allí, aprovechando que la chica no reaccionaba, la desnudaron de cintura para abajo y comenzaron a manosearla y agarrarle los genitales, a propinarle fuertes palmadas en las nalgas mientras la escupían en la boca y se dirigían a ella como “cerda”.

La escena siguió con otro tipo de actos sexuales, y emulando a “La Manada” se iban turnando mientras grababan la escena. Ella no pudo resistirse, ni reaccionar ante una agresión que con posterioridad fue difundida en Instagram entre contactos de ella y de los abusadores.

Tras la denuncia de los hechos y una investigación posterior, fueron detenidos e ingresaron en prisión en diciembre de 2020, cuatro meses después. Ayer, tenían que ser juzgados en la sección quinta de la Audiencia, pero sus defensas lograron un acuerdo de mínimos con la Fiscalía (puesto que la víctima no llevaba abogado y no había acusación particular). El representante del ministerio público, que inicialmente solicitaba hasta 14 años de prisión, rebajó casi 12 la pena, después de que ellos consignaran una cantidad (5.000 euros uno y 2.500 otro) para que se aplicara la atenuante analógica de reparación del daño.

Con eso, se les condenó por los delitos de abuso sexual con acceso carnal por vía bucal y contra la intimidad, pero le fue retirado el delito contra la integridad moral. En consecuencia, se les impuso a uno de ellos dos años y 7 meses de cárcel y a otro dos años y dos meses. Tendrán que abonar 10.470 euros a la víctima y no podrán acercarse a ella durante ocho años, al tiempo que tendrán otra pena de libertad vigilada superior a la pena de prisión una vez abandonen A Lama, algo que podría ocurrir a no muy largo plazo.

La joven requirió asistencia médica y tardó diez días en recuperarse de las lesiones físicas. Debido a su estado, el propio médico forense se oponía a una confrontación visual con los acusados, para evitar una revictimización. Finalmente, no fue necesario, porque el acuerdo evitó la celebración del juicio. No pudo probarse quien llegó a difundir el vídeo con las imágenes pero quienes estuvieron con la perjudicada aseguraban a este diario que le destrozaron la vida. De hecho, hubo al menos un testigo protegido que con su declaración ayudó a llevar a los responsables al banquillo. Sus móviles serán decomisados y el material grabado, destruido.