Peligra el tiburón en O Berbés
La flota de palangre advierte de pérdidas de más de dos millones por la descoordinación entre ministerios del propio Gobierno de España
Las cuatro organizaciones de productores representativas del palangre de superficie (OP7 Burela, Opromar, Opnaga y Orpagu, esta última de A Guarda, pero que opera en Vigo) consideran totalmente descoordinada y gravemente deficiente la gestión gubernamental española en relación con el marrajo dientuso desde 2020, un tipo de tiburón que se comercializa desde O Berbés y que tiene gran valor económico. En 2020, la pesca de escualos supuso en Vigo 1.703 toneladas y 2,5 millones de euros, con clara tendencia a la baja en cuanto a capturas. Según destacan las organizaciones, ese año empezaron los problemas administrativos que continúan coleando a día de hoy. De hecho, la falta de decisiones a nivel interministerial, que ya supusieron importantes perjuicios económicos para el sector, podrían suponer pérdidas de más de dos millones de euros en este 2022.
Advierten en un comunicado conjunto que la gestión descoordinada de las administraciones competentes (Pesca, Comercio y Transición Ecológica), que se limitan a culparse mutuamente de la situación, podía ser comprensible el primer año de aplicación de los certificados CITES (2020), “pero el escenario se volvió a repetir en 2021 y el 2022 amenaza con un panorama todavía peor”.
La falta de toma de unas decisiones que deberían haber estado vigentes el 1 de enero, señalan, “se oscurece más por la ausencia total de respuestas a las insistentes consultas del sector respecto a la publicación de los cupos CITES 2022, que regula el total de capturas de marrajo”. Esto evitaría que cientos de toneladas pasen a las cámaras al prohibirse su comercialización por parte de Transición Ecológica, cuando sí lo autoriza la UE y Pesca. “Esto se debe, una vez más, a la constatada descoordinación de los ministerios implicados en la gestión del marrajo”, señalan. La única medida tomada hasta el momento ha sido prohibir retener la especie de forma global, mientras otras flotas capturan esta misma especie ante la impotencia de los armadores y organizaciones que los representan, que ven sistemáticamente desatendidas sus peticiones urgentes.
El sector lamenta que en lo único que se ponen de acuerdo los ministerios es en culparse unos a otros de la kafkiana situación. “Mientras, las armadoras sufren todos los perjuicios derivados de este escenario que se repite desde 2020”. Con la flota afectada acumulando días de una restricción que no debería existir de haberse gestionado de forma correcta la pesca y la comercialización de esta especie, las cuatro organizaciones del palangre de altura piden una solución inmediata al conflicto que amenaza con el cierre de empresas.
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