“Siempre voy a todas partes con la cámara colgada”

Óscar Flint, Pepe López y Raúl Vilariño forman parte de un club vigués integrado por treinta apasionados de la fotografía

Óscar, Pepe y Raúl, integrantes de la Asociación Fotográfica Olívica, durante un encuentro en el parque de Castrelos.
Óscar, Pepe y Raúl, integrantes de la Asociación Fotográfica Olívica, durante un encuentro en el parque de Castrelos. | Vicente Alonso

Jubilados y aficionados a la fotografía. Son dos características comunes en Óscar Flint, Pepe López y Raúl Vilariño. Los tres forman parte de la Asociación Fotográfica Olívica (AFO), que desde hace seis años agrupa a amantes de la instantánea con propuestas y actividades en torno a esta práctica. “Yo voy a todas partes con la cámara colgada, siempre va conmigo. Tomo fotografías que reflejan toda mi vida”, afirma Pepe, que asegura tener todo bien documentados y catalogado. “Cuando mis amigos o familiares quieren saber una fecha exacta de un acontecimiento me preguntan a mí, solo tengo que buscarlo en mi móvil”.

Organizar y archivar la colección familiar fue el primer paso que dio Pepe en el mundo de la fotografía. “Me pasé dos años clasificando y ordenando cronológicamente cada imagen, fue un regalo que le hice a mi madre”. Entró en AFO en 2024. Es un inseparable de su cámara y reconoce que casi no tiene fotos en su teléfono. “En cada viaje hago muchísimas fotos, son lugares a los que no voy a volver y me gusta tener un recuerdo. Selecciono y me quedo con unas pocas, siempre buscando la mejor para compartir en redes sociales, sólo una consigue transmitir el mensaje que quiero”.

Así, la fotografía es una herramienta para explorar el mundo, pero al mismo tiempo sociabilizar. La agrupación integra a unos 30 socios con los mismos gustos que celebran reuniones una vez al mes donde proponen temas para inmortalizar con sus cámaras, organizan quedadas espontáneas y proponen retos anuales. “Comenzamos este año con los faros, tenemos doce mes para capturar imágenes de faros situados en la provincia de Pontevedra. Hicimos una prueba con el tema de Vigo, con las fotografías presentadas organizamos exposiciones y nuestro primer libro, queremos que nuestro trabajo también se materialice en publicaciones”, explica Raúl, que entró en la asociación en 2019, después de acudir a curso para afianzar conocimientos. “Siempre me atrajo, yo fotografío paisajes, suelo viajar y me gusta intentar captar lo que siento en cada país, aunque es complicado. No pude trasladar a la imagen la emoción que me produjo ver los fiordos en Islandia, aunque la fotografía es preciosa”. Con todo, este vigués firma en National Geography. “A través de las redes sociales contactaron conmigo porque les gustaba una foto que hice en Cerdedo, un paisaje con un puente antiguo y el agua con efecto seda, me pidieron permiso para reproducirla y ahí está en su blog”. No cobró los derechos de la imagen, pero el orgullo de tener obra en esta revista internacional le sirvió de retribución.

De familia danesa y nacido en Brasil, Óscar se trasladó a Galicia, la tierra de su mujer, al jubilarse. “En mi país solía salir con mis amigos para hacer fotografías y cuando llegué aquí di por casualidad con la asociación. Subí al Ifevi para buscar un coche de ocasión en el Salón del Automóvil, entonces vi un cartel donde se anunciaban. Era 2019, acababa de asentarme, fue una manera de seguir con mi afición y a la vez conocer gente”. Usa la cámara, pero también el teléfono móvil, ya que disfruta encontrar en la instantánea lo que el ojo no ve a simple vista. “Me gusta el efecto sorpresa que da la fotografía, retratar una seta y al ampliar ver un bicho o cualquier otra cosa oculta”. Su exploración no se queda detrás del visor, experimenta con los colores, distrosionando fondos y generando efectos lumínicos con una filosofía más creativa que documental. Mientras sus compañeros sueñan con inmortalizar el Machu Picchu, Óscar aspira a transformar la vegetación del propio parque de Castrelos.

Los tres tienen analógicas, alguno incluso sabe revelar, pero están encantados con la fotografía digital. “Es mucho más democrática que la técnica anterior”, señaló Raúl. Comparten la filosofía de la Asociación Fotográfica Olívica a la que pertenecen: “Nuestra razón de ser es incorporar la fotografía a nuestro estilo de vida. Fotógrafo es tener la habilidad de inmortalizar los momentos irrepetibles de la vida”.

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