El parking de Ramallosa anota 250 coches al día y sigue al alza

Tras cinco años cerrado al público, la puesta en funcionamiento del parking municipal de A Ramallosa no ha podido ser más positivo El balance realizado tras cumplirse un mes de su apertura se saldó con una ocupación que roza los 5.000 vehículos o lo que es lo mismo, una media diaria de 160 coches. Sin embargo fuentes municipales apuntan a que cada vez son más los que recurren a las instalaciones públicas para hacer sus gestiones en la zona hasta el punto de que en los últimos días la cifra se situó en 250, las previsiones estiman que se llegará a superar los 300. Teniendo en cuenta que el aparcamiento se encuentra en fase de testeo con 200 de sus 400 plazas operativas, los datos obtenidos constatan una gran rotación de usuarios llegando incluso a llenarse, sobre todo en la primera planta.

Por el momento la utilización del aparcamiento es gratis, en un futuro se aplicarán unos precios de 0,02 euros a partir del minuto 121 mientras que las dos primeras horas serán a coste cero, en cualquier caso el importe máximo de estacionamiento no excederá los 14,40 diarios. “El balance no ha podido ser mejor. La apertura superó incluso las expectativas más optimistas”, manifestó el alcalde Juan González que a su vez destaca el alivio en las plazas de superficie que ya de por sí son escasas. “Que haya más huecos libres en la calle beneficia al pequeño comercio y al mismo tiempo anima a venir a Ramallosa”, afirma.

Otro de los objetivos buscados es el de garantizar espacios de aparcamiento a los comerciantes de la zona que tendrán reservadas cerca de un centenar dentro de las instalaciones, deberán de gestionarlos a través de la Asociación de Empresarios Ovalmi. En estos casos su utilización resultará gratuita durante todo el horario de apertura, mientras que los usuarios de la piscina municipal dispondrán de una tarjeta personal que les dará un mayor margen una vez se implanten las tasas públicas que ya están aprobadas.

Las instalaciones que en 2007 fueron adjudicadas a la empresa extinta “Estacionamientos Valle Miñor SL” necesitaron una puesta a punto más exigente de lo que se pensaba inicialmente, tras permanecer cerradas desde 2017. Fueron necesarios 120.000 euros para renovar la maquinaria, dotarlas de dos puntos de carga gratuita para coches eléctricos u obtener las certificaciones eléctricas y de seguridad necesarias.