La palabra "afouteza" se pone de moda en los tatuajes

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Vigo cuenta con más de cincuenta estudios especializados que atienden a un público que ya no entiende de gustos o edades

M. Borrazás. vigo

Publicado: 21 feb 2021 - 00:09 Actualizado: 22 feb 2021 - 01:36

Los tatuajes de pequeño tamaño son menos demandados durante la pandemia
Los tatuajes de pequeño tamaño son menos demandados durante la pandemia

Durante los últimos años, los estudios de tatuaje no dejaron de crecer en Vigo, con más de cincuenta locales que recibían cada vez a más clientes ante su popularización, con auténticas modas como tatuarse la palabra "afouteza", convertida en lema del Celta. Sin embargo, las restricciones de la tercera ola del covid amenazan con romper la tendencia al alza de unos negocios hasta ese momento muy rentables.

Roi Lozano es el dueño de tres estudios de tatuaje en la ciudad, dos de ellos situados en pleno centro, como Sputnik Tattoo, en la calle Eduardo Iglesias, y Kremlin Kulture, abierto hace tan solo unos meses en Príncipe. “En diciembre funcionamos muy bien, en enero aguantamos, pero ahora se están notando mucho las restricciones, la facturación ha bajado hasta un 70% y tenemos alquileres muy elevados que dificultan sacar rendimiento al negocio”, reconoce Lozano.

Desde la entrada en vigor de las restricciones aprobadas por la Xunta ante la tercera ola, los servicios que más han disminuído su demanda son aquellos que Lozano llama 'walking', pequeños tatuajes como una palabra, una frase o un pequeño dibujo que la gente optaba por hacerse casi de manera espontánea, mientras paseaban ante los estudios. Así, la pandemia amenaza con acabar con las modas de realizar estos tatuajes más sencillos.

“Durante los últimos años se pidien mucho palabras como 'resiliencia' o 'afouteza', aunque en este momento hacemos todo lo que podemos”, apunta el dueño de Sputnik y Kremlin Tattoo, que considera que ante la crisis económica causada por la pandemia, el cliente de tatuajes pequeños prefiere acudir a otras opciones “donde le hagan un tatuaje de menor calidad por menos dinero y con condiciones higiénicas y sanitarias que no son las óptimas, y ese cliente nos rellenaba los días, pasamos de dar 18 servicios al día a dar dos o tres”.

Sin embargo, los estudios están conservando mejor a aquellos clientes que buscan una atención de mayor calidad para realizar tatuajes más elaborados, llegando a gastar hasta 300 euros en una sesión, unos clientes que “ayudan a mantener los estudios abiertos con estos servicios”, señala Lozano

Los cierres perimetrales redujeron la afluencia en los numerosos estudios abiertos de la ciudad, que recibían a clientes de otros municipios del Morrazo o el Val Miñor. “Suponían el 30% de la cartera de clientes y ya no pueden venir”, indica el dueño de Kremlin y Sputnik Tattoo. Por su parte, Miguel Castro, de Carbono Tattoo reconoce que “tenemos que cancelar bastantes citas cada vez que hay un cierre perimetral”.

El auge de los tatuajes durante los últimos años acabó con cualquier tipo de perfil fijo de sus clientes. Desde los estudios reconocen que por las manos de sus tatuadores pasan personas de todas las edades y de todos los gustos. Su mercado crecía año a año y con ello cada vez eran más los locales que abrían sus puertas, pero la pandemia ha frenado esta tendencia. “Ahora mismo somos demasiados estudios para atender solo a la población de Vigo”, apunta lozano.

Los estudios de tatuaje no se ven afectados de forma directa por las limitaciones a la hostelería y el comercio, ya que trabajan con licencias de peluquería y estética, sin embargo muchos de ellos están sufriendo el impacto de manera indirecta, viéndose obligados a bajar la persiana a partir de las 18 horas.

“La afluencia de clientes bajó considerablemente con el cierre de los bares, que no dejan de ser el motor de la gente joven y la restricción de horario lo complicó aún más”, aseguran desde el estudio Costa Oeste, situado en el Paseo de Alfonso XII.

Las redes sociales se convierten en el nuevo escaparate para los diseños

A diferencia de otros negocios, los estudios de tatuaje no pueden prestar sus servicios de forma 'online' y beneficiarse del auge del comercio electrónico que se ha producido desde el inicio de la pandemia, aunque las redes sociales se han convertido en uno de los mejores recursos para llegar a la gente en tiempos de pandemia y exhibir sus diseños.

“Para nosotros Instagram es muy importante para conectar con nuestros clientes pero los cambios de algoritmos tampoco nos ayudan, y buscar el enfoque correcto para generar el contenido que llega a más gente no es fácil en este momento que estamos preocupados por sobrevivir”, asegura Roi Lozano. Las medidas higiénicas y la desinfección ya eran una parte clave de la actividad de estos negocios, por lo que la llegada del covid no les ha obligado a cambiar su metodología de trabajo más allá del uso de la mascarilla, aunque "yo creo que ya tendríamos que usarlas antes de la pandemia", apunta Castro. A pesar del difícil momento que están atravesando, tanto en Costa Oeste como en Sputnik y Kremlin Tattoo mantienen a todos sus trabajadores. “Lo habitual era que hubiera dos tatuadores trabajando a la vez, mientras que ahora hay más huecos libres, antes teníamos lista de espera pero durante los últimos meses estamos trabajando día a día”, señalan desde Costa Oeste.

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