Oia precinta la ballena muerta

El Ayuntamiento de Oia decidió dejar la ballena muerta que apareció en una cala lindante con el vecino municipio de O Rosal ante la imposibilidad de mover el cuerpo, que pesa unas treinta toneladas. La alcaldesa Cristina Correa Pombal manifestó ayer que "ante la imposibilidad de retirar el cuerpo, dejaremos que la naturaleza siga su curso", asegurando que el cetáceo se encuentra en una zona sin viviendas próximas. Para evitar posibles accidentes de curiosos que pretendan acercarse, el área en la que se encuentra el animal ha sido delimitada con cintas de seguridad para impedir el paso, ya que es una zona de rocas que podría ocasionar caídas. En las labores de cerrar el perímetro de seguridad colaboraron los voluntarios de Protección Civil de O Rosal.

La posibilidad de retirar la ballena fue analizada durante varios días por el Ayuntamiento, que estuvo asesorado y apoyado por Salvamento Marítimo y técnicos del Cemma, que descartaron trocearlo o intentar sacarlo por tierra ante la imposibilidad de meter maquinaria en la zona. Tampoco era factible la opción de retirarlo por mar, ya que la cala en la que se encuentra carece del suficiente calado para que puedan entrar embarcaciones. Este s uno de los ejemplares que en los últimos días han aparecido en las costas gallegas. Y es que además de esta ballena de Oia, que quedó varada el día 21, también se encontraron cetáceos muertos en Bueu, Muxía y Fisterra. En este caso, el ejemplar encontrado muerto era una hembra que según los técnicos, había parido un ballenato recientemente.