La oferta de la segunda vivienda a la venta se desploma en la costa

En 2012 había en toda Galicia un total 15.000 viviendas en la costa (Rías Baixas sobre todo y A Mariña de Lugo en segundo término) en el circuito de comercialización. Diez años más tarde, en 2023, el número total ha caído en picado hasta no más de 4.100, de ellas unas 1.500 en el entorno de la Ría de Vigo, que concentra la mayoría de la oferta.

¿Qué ha pasado? En realidad no se han vendido esas 10.900, aunque sí una parte importante, alrededor de 6.900, en tanto que el resto han sido reconvertidas para el alquiler en viviendas de uso turístico en gran parte, un negocio cada vez más al alza, y otras 500 fueron retiradas del mercado por cambio de coyuntura económica de sus propietarios, que finalmente se quedaron con ellas.

Estas son las cifras que maneja el sector inmobiliario, que confirma que el comportamiento de la vivienda residencial en compraventa para su derivación al alquiler vacacional es progresivo, con un alza continuado, como indican los datos de la asociación del sector Aviturga.

El perfil del comprador en costa gallega es variado, pequeños rentistas que adquieren una casa para alquilarlas en el circuito de comercialización de viviendas vacaciones que van a más, matrimonios del interior de Galicia o de Madrid y Castilla y León con un perfil nuevo, como parejas de 35 a 50 años que buscan una segunda residencia para disfrutar de su descanso. Y también el cliente de Portugal y norte de Europa. En Vigo, se concentra buena parte en toda la franja del litoral que va desde Alcabre hasta Saiáns, donde hay una amplia oferta de casas en venta, aunque cada vez menos por el efecto reseñado. De hecho, se puede decir que el stock se está agotando, pese a las últimas promociones en marcha en espacios como Canido o Cabo Estai.

Según destaca Benito Iglesias, presidente de la patronal inmobiliaria Fegein y de su homóloga viguesa, “la rentabilidad y seguridad jurídica está en las viviendas vacacionales y su crecimiento es espectacular”, con más de 17.000 en toda Galicia. Solo Sanxenxo roza ya las 2.400, mientras la Ría de Vigo acumula 2.200, de ellas algo más de un millar en la propia ciudad.

“Se pasan en masa al arrendamiento vacacional”

“La rentabilidad y seguridad jurídica está en las viviendas vacacionales, de ahí su enorme éxito”, dice Iglesias para explicar la caída en picado del stock de venta de casas de segunda residencia. Señala que la inseguridad jurídica, la prohibición de repercutir el IPC en la renovación de contratos y una “ley de vivienda intervecionista y el aviso de la penalización de las casas vacías perjudican al pequeño propietario, que busca alternativas al alquiler tradicional”. Destaca que arrendamiento vacacional tiene una rentabilidad muy superior al normal y provoca el auge de las viviendas turísticas "como nunca antes se había visto, los propietarios se pasan en masa”.