Ocio alternativo en cerámica para virtuosos y torpes
Los hermanos Marta y Pedro Sobral abrieron recientemente Pinta tu Cerámica, un centro para crear piezas únicas y originales
Una nueva oferta de ocio cultural se abre en Vigo gracias a Marta y Pedro Sobral. Llegada desde tierras británicas, Pinta tu Cerámica consiste en dar vida y color a piezas cerámicas a gusto del cliente, para la creación de algo único y personal, con la finalidad de ser utilizado como elemento decorativo o utensilio funcional, como salpimenteros o cuencos para comida de perros y gatos.
La iniciativa comenzó porque “siempre hemos tenido inquietudes artísticas, y nos ha comido por dentro el crear”, asegura Pedro, que se planteó la idea de negocio a raíz de “el tiempo que vivió Marta en Londres, donde este concepto está muy presente”. En enero se lanzaron los dos hermanos a la aventura, coincidiendo con el nuevo año. “Estamos teniendo muy buena acogida, y la gente nos felicita. Es agradable que la gente encuentre un espacio donde pueda sacar sus dotes artísticas”, afirma Marta.
No obstante, el mundo de la cerámica es un periodo largo, donde desde Pinta tu Cerámica acortan sus plazos para que prime lo importante, la creatividad de los clientes. Según Marta, “traemos a la gente un trozo inmediato, porque se pinta sobre piezas que ya están realizadas”. Una vez finalizadas, Pedro y Marta la esmaltan y la hornean para que, en 2-3 semanas, se pueda disfrutar de la pieza.
La relajante actividad consiste, según Pedro, en “dar rienda suelta al a creatividad”, con una sesión de dos horas y media, que incluye en el precio la pieza, los materiales y el asesoramiento. Por ello “ aquí no sirve la excusa de que no he pintado en mi vida. Siempre hay una forma de hacer algo único y personal, no hace falta experiencia”. Unas líneas, unos puntos...un elemento “funcional que, si se cuida, queda para toda la vida”. Las sesiones cuentan con un límite de 24 personas, concentrado en viernes, sábados y domingos, aunque “todo el mundo quiere venir a las mismas horas, y otras donde está más vacío”. A raíz del gran éxito cosechado, no descartan ampliar horarios o fechas aunque, con apenas dos meses de vida, “aún es muy pronto. Nos gustaría asentarnos primero, y luego ver cómo podemos expandirnos”.
Las sesiones, con necesaria reserva a través de su página web, comienzan con una breve explicación de la técnica, para luego, elegir la pieza que se desee crear. “Tenemos más de cien tipos disponibles, algunos clientes les cuesta decidirse por uno”, señala Marta. “Queremos ir variando, para así ofrecer más alternativas”, indicó Pedro. Entre ellas, destaca un cerdo de cerámica gigante que puede ser usado como hucha, aunque “aún nadie se ha atrevido con él”, bromean los hermanos Sobral. Una actividad enfocada más bien a la reunión familiar, aunque “tenemos de todo, incluso niños que vienen con sus padres y pasan un tiempo de ocio más relajado. También viene gente en solitario”.
Sin un público objetivo concreto, Marta y Pedro aseguran que los virtuosos pueden encontrar todo tipo de inspiración en “Pinta tu Cerámica”, mientras que los más torpes “vienen aquí sin saber nada de la técnica y salen haciendo auténticas maravillas”, afirma Marta, en un arte que “no es nada difícil. Es muy relajante y muy sencillo de realizar”.
Alba, Lara y María acudieron por primera vez a Pinta tu Cerámica. “Mis habilidades son nulas, aquí la artista de la familia es mi hermana Alba”, comenta Lara mientras pinta temerosa una pieza de pequeño tamaño: “Yo soy más de números, pero es muy divertido venir aquí a relajarse y dar rienda suelta a tu imaginación, aunque no sea un artista, porque no hace falta ni saber dibujar”. Alba, por su parte, ilustradora de profesión, indica que a pesar de sus habilidades pictóricas, “esto es muy diferente, la cerámica es un mundo distinto, y si necesitas ayuda tienes plantillas de todo tipo que te pueden guiar a plasmar lo que quieras”.
Pero lo que más agradecen es la ayuda de Pedro y Marta, quienes asesoran en todo momento. “Hay un montón de cosas, tardamos en decidirnos qué pieza trabajar”, afirma Alba, que antes de terminar su primera sesión, ya piensa en la siguiente: “Volveremos, ya le tengo echado el ojo a una pieza que quiero trabajar con ella”.
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