Ocho meses de espera para una cita en Psiquiatría en Vigo

Los sanitarios son conscientes de la necesidad de destinar más recursos al área de Psiquiatría. La muerte violenta de Teresa de Jesús González, trabajadora del Servicio de Axuda no Fogar (SAF) de O Porriño asesinada en la mañana del martes en una de las viviendas de Atios donde prestaba sus servicios, dejó de manifiesto una vez más lo importante que es la atención a la salud mental. El presunto asesino, Enrique de 73 años, llevaba un año esperando por una cita en Psiquiatría y había estado en el Cunqueiro días atrás por problemas de salud mental, pero volvió a casa.

Este tiempo de espera para ser atendido fue un punto clave en el terrible final de Teresa. “La lista de espera para ser atendido en Psiquiatría sufrió un incremento importante desde la pandemia, causado por el aumento de patologías a todos los niveles, en especial en el ámbito juvenil. Puede que hasta se haya triplicado”, explica Manuel Rodríguez Piñeiro, presidente del sindicato de facultativos de Galica independientes O'Mega.

Rodríguez explica que, en la actualidad, los facultativos están atendiendo citas otorgadas en diciembre de 2024, lo que significa una lista de espera de entre ocho y nueve meses para tener una primera consulta con un psiquiatra del Sergas. “Otro problema son las revisiones que, por desgracia, la espera es mucho más grande de lo que quisieran los profesionales, que no dan abasto. Deberían tener más premura, pero la situación actual no lo permite”, detalla.

Otra de las problemáticas está en la atención primaria. Rodríguez expone que la falta de tiempo no permite que este primer contacto con los médicos de familia sea resolutivo. “Los profesionales no son capaces de dar salida a estas soluciones porque no tienen tiempo. Hay montones de patologías que podían ser medianamente controladas en sus inicios por el médico de familia, que los derivaría al especialista, y eso a día de hoy es imposible porque están desbordados sumado a que la demanda se ha incrementado de una manera notable”, asegura.

Manuel también pone el foco en cómo ha descendido la edad de los pacientes por el ritmo de vida de la sociedad actual, cada vez “más estresante”. “Estas patologías son difíciles de tratar y controlar porque, aun con tratamiento adecuado y un buen control, no quita que el paciente tenga momentos de desajustes, lo que requiere una revisión rápida para que vuelva a una situación de control”, explica.

Finalmente, Rodríguez pone el foco en la necesidad de protección de los profesionales médicos que, como en el caso de Teresa, acuden a domicilios para consultas. “El médico de familia o enfermero que es requerido para hacer la atención a un paciente en su domicilio y sabe que igual el familiar no está en su situación anímica idónea no puede ir solo. Son mecanismos que hay que implementar. La administración debe buscar una solución porque supone un riesgo para la salud del trabajor”, sentencia.

La salud mental, un factor decisivo en muchos crímenes recientes

La salud mental ha sido un factor decisivo en varios crímenes recientes. El último caso fue en enero de este año, cuando un hombre de 46 años fue detenido por un delito de tentativa de homicidio tras propinar una paliza a su madre, de 79 años, en la parroquia de Santa María de Sacos, en Cerdedo-Cotobade. El agresor fue trasladado a la unidad de psiquiatría del Hospital Montecelo de Pontevedra. Todo apunta a que se debió a un problema de salud mental. Su madre falleció después de 15 días hospitalizada.

Irene murió acuchillada en As Neves en septiembre de 2024 y el presunto autor de los hechos fue su hijo Abel, de 20 años. Abel padecía una enfermedad mental, que le había sido diagnosticada hace tiempo y en cuya recuperación Irene había volcado todos sus esfuerzos. Su muerte reabrió el debate por la falta de ayuda y herramientas para abordar la salud mental.

Meses antes de la tragedia se repetía, en esta ocasión en la parroquia viguesa de Lavadores. Mari Carmen, de 71 años, murió a manos de Juan, de 63, hermano del que se hacía cargo por problemas psiquiátricos. El suceso se produjo cuando la mujer, que se hacía cargo de su hermano, tutelada por la Funga, acudió a la casa para asistirle y se produjo el ataque.

En octubre de 2021 un hombre acusado de intentar asesinar a su madre, J.I.G.R., mientras ella dormía en Vigo aceptó ser internado en un centro psiquiátrico durante 7 años y 6 meses. El acusado fue absuelto del delito de asesinato en grado de tentativa con la eximente de alteración psíquica y la agravante de parentesco.

El error de estigmatizar a personas dependientes

Desde la Asociación Afaga Alzheimer insisten en no estigmatizar a las personas dependientes y dejan claro que la formación es clave para saber tratar y prevenir situaciones que desencadenen episodios psiquiátricos, como delirios, en personas con demencias.

“Pedimos que haya vías rápidas y la mejora de los servicios para diagnósticos tempranos, pero es muy importante la formación de las personas que tienen usuarios con deterioro cognitivo así como los familiares del mismo”, explica Juan Carlos Rodríguez, presidente de Afaga. “Que una persona que atiende a otras, o aquellas que están cerca, entiendas lo que pasa es vital para actuar de forma preventiva, pero no se puede estigmatizar a personas vulnerables que necesitan apoyo de profesionales. Estos auxiliares necesitan profesionalizarse, con formación en ámbitos como el psicológico, para poder hacer valoraciones en los propios domicilios”, añade.

“En el caso de las demencias sería interesante que a los SAF y a las familias se les ofreciera formación sobre las patologías que hay, o puede haber, en los domicilios porque ayudaría mucho a entender las cosas que se deben o no deben hacer”, detalla. Rodríguez insiste en que, a pesar de la tragedia de Teresa, “la mayoría de las casas son normales y las familias agradecen mucho a las personas que ayudan en los domicilios, a las que no se les pueden encargar cosas imposibles”.