METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
vigo
Explica que Obama es un orador de estilo medio, que no usa un lenguaje grande ni pretende centrarse exclusivamente en conmover, sino que se centra en los aspectos más objetivos con una magnífica exposición”. Del lado contrario, hay “oradores innatos que a veces son una desgracia para la Humanidad. Sin duda Hitler lo fue y en sus discursos grabados se ve que no dice nada , no es que emplee palabras con poco contenido sino que ni siquiera pronuncia palabras, pronuncia sílabas sueltas. Sin embargo, el público está tan entregado que explota en aplausos. Entra dentro casi de la hipnosis. La oratoria es un instrumento, se puede usar para bien o para mal, le pasa como a las armas o a las medicinas”, apunta.
En cuanto al lenguaje de los populismos, recuerda que Aristóteles ya había dicho que a la gente se la convence más con emociones que con razones. “Es perfectamente posible convencer solo con emociones, ya habían observado que se quedaba mejor en la memoria de los oyentes y eso que no se tenían los conocimientos de hoy en día en neurociencias”, aña de.
Por su parte, el alumno Alejandro Solla considera que los populismos “conocen perfectamente el público al que se dirigen y solo dicen lo que quieren oír, pero no dicen cómo solucionarlo o por qué se produce. Simplemente que el problema existe. Con decirles que estás con ellos, que eres parte de ellos ,ya tienes al público ganado”.
Tanto el profesor como el alumno coinciden en que Cicerón es uno de sus oradores favoritos de la Antigüedad y un referente para cientos de generaciones. Sin embargo, el profesor explica que “si ves su ida en detalle” el propio Cicerón también fue un populista cuando hizo falta. “Siempre estaba lleno de las mejores razones particulares, pero además de sus discursos conservamos las cartas, que delatan lo que estaba haciendo por detrás. Puedes ver al político, las cosas que estaba haciendo en público, y toda su correspondencia con lo que opinaba en privado. Yo tengo buena opinión de Cicerón, lo considero íntegro dentro de sus circunstancias, pero cuando puedes verlo todo en detalle el ídolo queda muy humanizado”.
la retórica en la escuela
Preguntado por si la oratoria debería volver a las aulas, Ledo apunta que los profesores de Humanidades tienden a pensar que si no las están defendiendo se van a extinguir y no es verdad. Señala que la literatura y la retórica se defienden solas. En un momento dado la sociedad se puede olvidar de ellas, pero las van a redescubrir de una forma u otra. “Hay quien habla de recuperar la retórica como si fueran unas ruinas antiguas, pero vuelve (a la universidad o a agencias privadas) porque es rentable para la política, los negocios o los medios de comunicación”. En el caso de los centros escolares recomienda ser cuidadosos tanto de lo oral como de lo escrito, y recuperar el método de hacer redacciones y corregirlas.
Alejando Solla destaca a su vez los valores de la retórica en la comunicación que se produce en la vida cotidiana. “No hay que llevarlo todo a Aquiles. Al enfrentarte a alguien con una idea a veces descubres que la síntesis de las dos cosas puede ser mejor que dos opciones opuestas o que el punto de vista del otro puede ser defendible. No todo es blanco o negro. También aprendes a respetar al otro y a escuchar”, destaca el alumno.
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