"Esta novela es cien por cien cinematográfica, tiene mucho de ficción, pero más de realidad"
VIRUCA YEBRA, Periodista, autora de “La última condesa nazi”
Viruca Yebra (Sarria, 1959), periodista en medios de comunicación y gabinetes de prensa, delegada de Xunta en Madrid, estará en Vigo el próximo día 19 para presentar su novela “La última condesa nazi” (Destino), de la que hizo un adelantó para los lectores de Atlántico.
Se estrenó en la literatura con “El fuego del flamboyán”, una historia sobre la emigración gallega en Cuba. ¿Cómo surge el salto creativo a la Alemania nazi?
No quería que me encasillasen, pese a que me pedían una segunda parte; no soy una especialista en Cuba y quise cambiar. Como escritora tardía, sobre lo primero que escribí fue mi familia y ahora le tocaba a Marbella, el lugar donde vivo. Me parecía una pena que no se conociese su época dorada, la del auge que tanto había escuchado. La cuestión es cómo escribir algo novedoso. Quise mostrar los responsables de llevar a Marbella a esa situación, recogí los recuerdos de la gente que me rodea.
En una novela engloba varias décadas y distintos escenarios. ¿Fue complicado englobarlo todo?
Salen todos esos lugares y personajes porque la protagonista es una mujer internacional que vive en todos esos sitios. Nosotros no estamos habituados a esto, vivimos en una ciudad y como mucho visitamos otra, con una segunda residencia. Esta gente vive a lo largo del año en distintas partes del mundo por familia, por invitaciones de amigos. Ese tipo de vida de ir y venir se refleja en la novela, ella está en Marbella, su exmarido en Nueva York, sus hijos en Berlín. Es la sociedad que vive el glamour de los años 60.
Por la trama también se asuman personajes históricos, ¿cuánto hay de ficción y de realidad en esta novela?
De ficción hay mucho, pero hay más de realidad. Todo le cuento le ha pasado a alguien. La ficción es lo que une las historias reales en las que hay cameos con personajes reales. En uno de los episodios, en que una mujer se pasea desnuda por la calle, están recogidas las distintas versiones del mismo hecho.
La etiqueta nazi produce rechazo, sin embargo logra crear empatía con su personaje.
Desde el minuto uno sabes que no es nazi, la cuestión es que averigües por qué no puede serlo. No se puede juzgar por la apariencia y averiguar uno mismo actuar en consecuencia. Cuantas veces nos perdemos por dejarnos guiar por los prejuicios.
¿Se imagina su novela en la gran pantalla?
La veo absolutamente, no sé cómo la Televisión de Galicia no me ha llamado. Vamos a hablar de lo bueno y de lo malo, aquí hay de todo, es la vida misma. Es una novela totalmente cinematográfica, si me pusieran una serie de esto, seguro que la consumía, estamos deseosos de estas cosas: Una dosis de verdad con puntos divertidos, momentos de guerra o persecución.
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