METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
El estado actual de los embalses es el segundo peor del siglo, ya que hace nueve años Eiras bajó al 50%
No obstante, la situación todavía está lejos de ser alarmante, como hace nueve años, cuando el agua acumulada bajó a mínimos históricos. Por aquel entonces, Eiras llegó al 50,09% mientras que las reservas de Zamáns descendieron hasta el 31,2 por ciento. Era octubre de 2002 y la sequía puso a Vigo en alerta y al borde de las restricciones de agua, que sí se aplicaron en el Concello con limitaciones en el baldeo de calles y el riego de parques y jardines. Días después, comenzó a llover y el problema se solucionó sin que hubiese que llegar a las temidas restricciones a los ciudadanos aunque algunos sí que denunciaron por aquel entonces que el agua que llegaba a sus hogares era de un color oscuro.
La situación empeoró drásticamente en apenas un mes, ya que a comienzos de septiembre de 2002 las reservas estaban al 68 por ciento en Eiras (un diez por ciento más que en la actualidad) y al 43,3 por ciento en Zamáns (cinco puntos menos que ahora). El alcalde de entonces, el nacionalista Lois Pérez Castrillo, atribuyó el importante descenso del caudal al masivo consumo de agua que provocaron las elevadas temperaturas que se registraron durante el mes de septiembre.
Este hecho podría repetirse, ya que las temperaturas máximas de 30 grados de las últimas dos jornadas también provocaron un aumento del consumo de agua aunque las previsiones de Meteogalicia señalan que el calor no seguirá y que los termómetros volverán a marcar temperaturas más suaves. Sin embargo, las lluvias tampoco aparecen en los pronósticos de Meteogalicia para los próximos diez días, coincidiendo con el final del verano y el comienzo del otoño, el 23 de este mes.
La probabilidad de lluvias es bastante baja y si se producen serán demasiado débiles como para afectar a las reservas hidrológicas y no hay previsión de que la situación cambie en los próximos diez días, aseguraron desde la agencia meteorológica. En todo caso, en un plazo superior a los diez días no se puede saber si continuará el tiempo seco o comenzará a llover. En otoño es normal que entren borrascas y bajen las temperaturas, sobre todo en Galicia, pero no se puede pronosticar a tan largo plazo, indicaron las mismas fuentes que, preguntadas por los informes que apuntan que este otoño será muy lluvioso aseguran que ese tipo de estudios pretenden tener una base científica pero todavía son experimentales y el nivel de incertidumbre es muy elevado.
Caballero culpa a la Xunta de la situación de sequía
Este año la Xunta se equivocó y Dios quiera que llueva, aseguró ayer Abel Caballero, que atribuyó al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, la responsabilidad de la situación complicada de sequía que amenaza a Vigo porque, aseguró, no se hizo el azud que reclamé hace meses. El alcalde, que gobierna en Vigo desde hace más de cuatro años, recordó que en mayo de este año pidió que se acometiese el trasvase del río Verdugo a la presa de Eiras para evitar situaciones de este tipo. No es cierto de que tengamos una situación de que llegamos a enero porque en noviembre vamos a tener problemas. Ya lo advierto, porque cuando la presa de Eiras baje su nivel y llegue a entorno del 30 por ciento la calida va a bajar mucho, indicó Caballero, que aseguró que el Concello ya está aplicando restricciones de agua de consumo público y que en unos días iniciará una campaña de consumo responsable .
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