Nigrán cumple 40 años como referente en la hípica
El concurso internacional de Lourido concentró a celebridades en este deporte y estuvo promovido por el Club ‘El Estribo’, que afronta una nueva etapa tras su 40 aniversario
El único club de hípica reconocido oficialmente en Nigrán y uno de los más antiguos de la provincia comienza una nueva andadura justo cuando está a punto de cumplir cuarenta años desde su entrada en funcionamiento. Su fundador, Miguel Ucha recuerda como si fuese ayer el fervor de los 90, cuando Nigrán llegó a ser referente en el panorama competitivo y con una afluencia de público que llegó a colapsar los accesos al municipio. La Administración local concedió oficialmente la licencia de actividad al ‘Club Hípico El Estribo’ un 12 de octubre de 1982, en un momento en el que esta práctica era muy exclusiva, elitista y poco conocida, hasta el punto de que todavía no se había conformado la Federación Gallega de Hípica como tal. Cualquier aspecto relacionado con el sector dependía de la comunidad vecina de asturias, estaban fusionadas bajo el término “asturgalaica” y el siguiente peldaño ya pasaba directamente a nivel nacional.
Ucha se planteó el objetivo de acercar este deporte a todos, desde la alta competición a una orientación de corte lúdico. Por sus instalaciones pasaron auténticas personalidades del mundo empresarial y deportivo local y nacional, algunos de ellos hoy se dedican profesionalmente a este mundillo. Así, Conrado Pérez Martínez y Conqui Villa, propietarios del Centro Ecuestre o Galiñeiro y Club deportivo ecuestre Conqui Villa; Manuel Rodríguez (Poliships) o Manuel Tapias e hijos son algunos de los que hicieron sus pinitos desde el complejo situado enA Ramallosa.
Lo cierto es que el deporte gustaba, y poco a poco la entidad se fue haciendo un hueco en el panorama de la competición. Desde aquí se organizaban en los 90 las carreras de pura sangre que recorrían a galope Playa América, que discurría por donde hoy se encuentra el paseo de primera línea. Concursos de doma clásica, morfológicos y marcha de andadura gallega, fueron algunos de los certámenes que se gestaron desde la parroquia de Nigrán. “Hicimos ámbito en todo el sector desde el más alto nivel al más bajo”, recuerda Ucha. La cumbre desde el punto de vista de las competiciones no llegó hasta el verano de 1994 con la celebración del concurso internacional de saltos, posteriormente Copa del Mundo, aprovechando que acababa de rematar el que se celebraba en Vigo todos los meses de agosto organizado por Manolo Fernandez (Pescanova) que a su vez contaba con toda la insfraestructura necesaria para poder llevarlo adelante, desde carpas a todos los elementos para completar el recorrido. Mediante la intervención de Alfonso Paz Andrade y Jacobo Fontán lograron la cesión de todo lo necesario para repetir este certamen en Lourido, de jueves a domingo y con una prueba nocturna incluida. “Estuvo toda la élite como el actual seleccionador nacional de saltos de obstáculos, Alberto Honrubia, también el olímpico Luis Astolfi”, recuerda. Los hosteleros locales vieron el filón y las dimensiones de la iniciativa al momento y sin pensárselo participaron activamente haciendo aportaciones para los premios, como fue el caso de los Abetos o el Area Loura. “Se colapsaron las vías de la cantidad de público que hubo durante los cuatro días de competición, esto es un paraíso y fue el maridaje perfecto”, relata Ucha. Poco después el promotor de la hípica con denominación de origen nigranesa comenzó a apartarse tras más de una década al pie del cañón y de las instalaciones se encargó Rafa Fociños, padre de Gonzalo y Blanca Coronel. Ahora las instalaciones fueron sometidas a una intensa actualización y puesta a punto con la modernización de sus 23 cuadras y el relleno de la pista reglamentaria para la doma, todo supervisado por el alma mater del complejo Miguel Ucha, desde principios de verano las clases de hípica volverán San Pedro de la Ramallosa de la mano de Judith García que rebautiza el centro como ‘Llamas de Cea.’ Tres generaciones con un mismo objetivo: mantener vivo el espíritu ecuestre en el Val Miñor. La nueva etapa del club cuenta con el apoyo del alcalde Juan González y contemplan la posibilidad de impartir actividades tanto para vecinos como en los centros educativos.
Más de 3.000 metros cuadrados y 23 cuadras
Judith García Llamas es natural de León y lleva dos años residiendo en Nigrán. Primero pasó por Madrid y Portugal, finalmente acabó en el Val Miñor. A través de un contacto en común estudiaron la posibilidad de trasladar su decena de caballos que en la actualidad tiene en un pequeño recinto en Zamanes al de San Pedro e instalarse para poder dar clase. El proyecto va sobre ruedas y las instalaciones del antiguo centro hípico “El Estribo” se adaptan a la perfección. Tienen una capacidad para albergar a 23 équidos, con cuadras independientes y bebederos automáticos. Actualmente están adecuando la pista con arena de río con las dimensiones necesarias para contar con la homologación que les permita celebrar campeonatos reglamentarios, que de inicio estarán limitados a la modalidad de doma con 20x60 metros. El complejo tiene una extensión de poco más de 3.000 metros cuadrados y está prevista la adecuación de otro espacio destinado al calentamiento de 20x40. Ahora están ultimando los trabajos de renovación del complejo, y en los próximos días instalarán toda la delimitación del espacio de práctica denominado cuadrilongo. El inicio de la actividad está fijada para el próximo mes con los servicios de pupilaje, clases y terapia ecuestre impartida por Carmen González Fernández, especialista en Intervención Asistida.
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