Las mujeres impulsan el empleo rural en el área de Vigo ante la sangría de los últimos 15 años

Día internacional de las mujeres rurales

Agricultura, ganadería y pesca suman 300 trabajadoras en el último año en el área viguesa y la provincia

Miembros de la Asociación de Mulleres Rurais Val da Louriña de Mos en la fiesta de la empanada.
Miembros de la Asociación de Mulleres Rurais Val da Louriña de Mos en la fiesta de la empanada.

El empleo femenino en el rural del área de Vigo coge impulso tras la sangría laboral de los últimos 15 años. En la actualidad hay unas 6.000 mujeres ocupadas en agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca y acuicultura en el conjunto de la provincia, donde la comarca viguesa aglutina buena parte de la actividad si tenemos en cuenta que sólo de explotaciones ganaderas y agrícolas representa el 40 por ciento del total.

La ocupación femenina en el ámbito rural creció en 300 personas en el último año a nivel provincial, según los datos que recoge el Instituto Galego de Estatística (IGE). Supone un incremento de un 5 por ciento, leve, pero significativo si tenemos en cuenta que desde 2009 estos sectores perdieron 5.100 trabajadoras, una caída de un 46%. El descenso es mucho menor en el caso del empleo masculino, un 8 por ciento y 1.200 ocupados menos que hace 15 años, lo que refleja una de las realidades del rural: la brecha de género, que se intensifica, junto con la falta de relevo generacional.

Lo saben bien en la Asociación Mulleres Rurais Val da Louriña de Mos, que aglutina a más de 130 mujeres, pero que llegó a tener medio millar hace unos años. “La mayoría de las socias tienen más de 60 años, en la pandemia tuvimos muchas bajas y la gente joven no está interesada y es una pena que se pierda la esencia del rural”, indica Carolina Estévez Ledo, presidenta de este colectivo que ve el Día Internacional de las Mujeres Rurales que se celebra este mes como “una oportunidad para dar visibilidad al papel de la mujer y reconocer su contribución al desarrollo de la sociedad y la economía gallega”.

Mujeres de Mos en un curso de costura.
Mujeres de Mos en un curso de costura.

Falta de conciliación

La Asociación de Empresarias Rurais (ASER) de Galicia también se suma a esta reivindicación de "puesta en valor de la contribución de las empresarias y profesionales en la innovación y el emprendimiento, el fomento de la igualdad y la conciliación” en el rural. “Las mujeres en explotaciones ganaderas y agrícolas no pueden pedir reducción de jornada por el cuidado de hijos, la ley no se lo permite. ¿Cómo puede ser esto posible?", se pregunta Belén Rodríguez Lago, vocal de la junta directiva de Aser, abogada y en la actualidad secretaria general de la Federación EFA Galicia de centros de promoción rural. “Desde la asociación ASER lo hemos trasladado al Gobierno, tratando de hacer presión y visibilizar las problemáticas que hay, como ésta, que supone un freno para que las mujeres puedan desarrollarse en el ámbito del rural”, explica.

También lo ven así desde la asociación de mulleres de Mos, que aglutina a trabajadoras y a jubiladas. “Las que pueden participan en las actividades que organizamos, pero los problemas para conciliar lo complican muchas veces", indica su presidenta, orgullosa de todas y cada una de las socias “que levantan nuestra organización y buscan colocar al rural en el lugar que merece”. “Hay que acabar con esa imagen de la mujer sola en la finca. El rural es mucho más, es un entorno seguro como el que creamos en nuestra asociación”, dice sobre las actividades deportivas, culturales y de ocio que realizan “para mantenernos activas, unidas y comprometidas”.

“El rural va mucho más allá del mundo agrario y del campo”

Belén Rodríguez, de EFAS Galicia.
Belén Rodríguez, de EFAS Galicia.

La vida de la viguesa Belén Rodríguez dio un giro radical en 2018, cuando dejó el bufete de abogados en el que ejercía en Vigo para ir a trabajar al rural. “No fue una decisión nada fácil, pero me surgió una oportunidad, me pareció una propuesta interesante y me gustó tanto que dejé el despacho”.

Es la secretaria general de EFAS Galicia, la federación de centros de promoción rural que ofrecen formación profesional reglada para los jóvenes y formación continua y ocupacional. “El rural es un mundo que va mucho más allá del agrario y del campo. En nuestro centro de As Neves, por ejemplo, damos formación de cuidados de enfermería, gestión administrativa, administración y finanzas y también de panadería y repostería y de educación infantil”. “En el centro Fonteboa (Coristanco), el alumnado sale con el título de drones que en el rural se emplean para controlar las plantaciones y explotaciones ganaderas”, explica.

Sobre el papel de la mujer en este ámbito, señala que es un colectivo “muy importante en el desarrollo del medio rural que muchas veces no tiene el reconocimiento que merece, pero sí trabas. “Existen muchas a la conciliación en el campo, las trabajadoras en explotaciones agrícolas y ganaderas no tienen reducción de jornada por cuidado de hijos”. “La falta de relevo generacional también es un problema. La iniciativa de la Xunta (el bono remuda) es buena, pero hay mucho camino por recorrer aquí para dar continuidad al empleo”. “Nuestra gente de EFAS es gente del rural que tiene un sentimiento de pertenencia a este ámbito muy fuerte y eso es importante a la hora de emprender”, señala.

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