Muere el mariscador furtivo más activo de la playa de A Punta

Defendía que el “mar era de todos” y por eso no escondía su condición de furtivo, que llegaba a ejercer a plena luz del día. Manuel, un pensionista de Teis, que tuvo en jaque a la Policía Local y Guardia Rural por ejercer esta actividad ilegal un día sí y otro también durante años, falleció este verano.

Llegó a ostentar el récord de detenciones en menos tiempo, cinco en solo diez días y fue interceptado en una ocasión con varios kilos de almejas en una zona vedada por la toxina. Confesó entonces que la extraía para venderla posteriormente, pese a que habitualmente aseguraba que lo que recogía sin autorización del mar era para su consumo. Le cogieron con 1,5 kilos de este bivalvo, que fue devuelto al mar.

Hace un año pasó por su momento más activo. Fue “pillado” de forma reiterada por los agentes en su playa habitual, A Punta, incluso en una ocasión al lado de los trabajadores legales. Entonces había conseguido 2,7 kilos de almeja, que le fueron requisadas.

Residió durante mucho tiempo en una infravivienda en el propio barrio, que compartía con una mujer. Al inmueble, según cuentan los vecinos, había tenido que ir en varias ocasiones la Policía por discusiones, algunas de tono elevado.

Fue el pasado mes de julio cuando Manuel, de 77 años, moría, lo afirman los vecinos y lo recoge su esquela. Hacía tiempo que la Policía no tenía noticias de su actividad, a la que siempre solía volver pese a las sanciones, al tener embargada la pensión para hacer frente a las multas.