Muchos vaqueros para pocos indios
Las obras de humanización de las calles Doutor Marañón y Menéndez Pelayo van a buen ritmo, y en ellas se observan situaciones tan curiosas como la que muestra la fotografía.
Un grupo de unas seis personas parece decidir dónde ubicar una caja de control semafórica o de iluminación, mientras un operario ataviado con un chaleco reflectante y casco reglamentario coloca la plantilla triangular en el suelo. Uno habla por teléfono mientras otros conversan o miran, alguno incluso con las manos en los bolsilos, pero el único que en realidad parece trabajar es el operario que está arrodillado y que seguramente es el que menos cobra.
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