Morosidad para pagar el alquiler: “Es la picaresca española”

Vigo y su área metropolitana no están exentos de que se registren casos de ocupaciones en propiedades privadas. Sin embargo, los datos apuntan a una morosidad en el pago y no a un movimiento ‘okupa' de la vivienda cada vez que el propietario abandone ésta. La empresa especializada en recuperación de hogares, D.I.O Express, cuenta con una sede en Vigo desde el año 2019 donde, poco a poco, vio como las peticiones de ayuda aumentan hasta contabilizar actualmente un total de 146 servicios todavía en desarrollo, contabilizando su área de influencia. Pese a este creciente impago de cuotas por parte de algunos inquilinos, su trabajo no consiste en aplicar la violencia física sino aportar soluciones mediante la mediación para evitar un juicio que podría demorarse en el tiempo.

Su gerente, Francisco Fernández, asegura que desde 2019 el aumento fue progresivo (sin contar los años covid) pero que, en la mayoría de los casos en Vigo, no se trata de inquilinos con malas condiciones económicas sino ‘pícaros’ que se aprovechan de la justicia española: “Es la clásica picaresca española. Deja de pagar porque la justicia se alarga y tenemos bastantes casos de inquilinos que se quedan sabiendo que el proceso es lento, de 14 a 24 meses”, apuntó Fernández. Sin embargo, y aunque existen casos en prácticamente todas las zonas de Vigo, los ‘puntos calientes’ responden a la periferia, con Lavadores, Coia o la Rúa Aragón como zonas con más casos. El centro tampoco está exento de sufrir esta clase de ocupación: “He tenido un caso en García Barbón de un alquilado que daba largas para pagar y tenía a su nombre una empresa que facturaba 4 millones de euros anuales y dos Mercedes en el garaje”. Otros municipios como Marín, con actualmente 4 casos activos o Cangas, con 7, también suelen ser problemáticos aunque la mitad de la provincia son expedientes abiertos en Vigo.

Ante lo que considera Fernández casos de “propietarios desprotegidos”, su actuación consiste en una labor de desgaste para que abandonen por su propio pie el inmueble y pueda ser recuperado por su dueño. “Intentamos que el hogar, que en ese caso es su zona de confort, deje de serlo. Ya sea por cansancio de tenernos allí uniformados, la utilización de perros…lo importante es que llegue el momento de que le compense salir y acepte una mediación”, dijo. Recalca que su labor no es aplicar la violencia ni la fuerza sino ser una tercera pata en una negociación para evitar que el proceso sea engorroso: “No se paga por echarlo, se llega a un acuerdo para evitar la vía judicial, pero si no se alcanza, tenemos nuestro propio gabinete jurídico”. Salvo que sean casos catalogados de vulnerabilidad. En ese caso la labor de D.I.O Express “se complica mucho más”.

Con un éxito de 99,8% según Fernández y un trabajo que “conlleva de 30 a 40 días recuperar el hogar”, desde la empresa de desocupación no encontraron una relación entre el aumento del valor del alquiler en los últimos años y su creciente actuación: “Son contratos del 2021 en adelante y por morosidad voluntaria, porque se puede pagar". No obstante, Fernández asegura que existen casos de inquilinos que acusan una situación económica precaria. En este caso “que se hable con el casero y se pida una rebaja a corto plazo, pero que no se enfrente a él”.

“Recuperamos un edificio donde hasta 60 toxicómanos tenían su llave”

Una de las actuaciones más difíciles que tuvieron que abordar Francisco Fernández y su equipo fue en la calle Uruguay, una zona céntrica en un inmueble muy cercano a la Plaza de Portugal y Churruca. Tras recibir un aviso del vecindario, descubrieron que un inquilino había pagado durante un año cada mes el alquiler, así como el primer mes del segundo, pero ya con el contrato renovado, se encontró con un traspiés en su vida: “Recayó en las drogas después de un tiempo limpio por cosas de la vida y ahí dejó de pagar”. Eso le llevó a “rodearse de toxicómanos, que iban a consumir al piso” y convertirse en un punto de reunión para el consumo de drogas que “hasta 60 personas podían tener la llave de ese hogar”. El trasiego de gente alertó a los vecinos, que fueron los principales activos para que el propietario “que lo localizamos en la Comunidad Valenciana sin tener mucha idea de lo que estaba pasando en su hogar” pudiese recuperar su vivienda un mes después. Se cambió la cerradura para que todas las llaves de los inquilinos temporales quedasen inservibles.

Otra complicada situación la vivieron en Navia, con una inquilina que había estado sin pagar varios años hasta acumular una deuda de más de 23.000 euros. Por norma general, el propietario del inmueble decide perdonar parte o la totalidad de la deuda, pactando una fecha para que se abandone el hogar. También han recibido amenazas e intentos de agresiones en los casos donde el okupa ha sido más peligrosos.

Actualmente cuenta en Vigo con 12 figuras para su trabajo, contando abogados para manejar los casos judiciales y mediadores para actuar en la calle. La gran mayoría cuentan con una complexión física fuerte, algo casi indispensable para ser contratado y poder plantar cara a situaciones más tensas con inquilinos que se niegan a abandonar la vivienda. Además, se requiere no contar con antecedentes penales.