Moros y cristianos, en el fervor de la Virgen de la Franqueira

El día grande de la romería, superado por las 'pascuillas' de primavera, que ahora se impone en la fiesta mariana

El sol lució en todo su esplendor en O Cebreiro para acompañar a los miles de romeros que un año más, no quisieron perderse el día grande de A Franqueira. No obstante, se volvió a constatar que 'As Pascuillas', o romería de primavera (el Rocío gallego), se lleva la palma en asistencia y comienza a superar con creces a la del 8 de septiembre.

Ayer, tampoco faltó Salomón el organista, que lleva más de 30 años tocando en la misa solemne de A Franqueira y se volvió a repetir la gran avalancha de devotos queriendo tocar el manto de la Virgen en el mismo momento que el cortejo procesional inicia su recorrido y el carro de labranza tirado por bueyes portando a Santa María da Franqueira, se pone en movimiento. Es entonces cuando la explanada y los alrededores de la igesia alcanzan 'el lleno total' para aclamar a la Virgen y presenciar junto a ella, las evoluciones de las Danzas Blancas y por encima de todo la lucha ancestral del Moro y el Cristiano, que ayer tuvieron algún problema con los micrófonos. Los ritos finalizaron al filo de las dos de la tarde dando paso a la comida campestre.

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