Los misterios del Neptuno vigués al descubierto
vigo
La escultura civil más antigua de la ciudad podría ser reconstruida tras la localización de las piezas extraviadas
nnn El cronista vigués Lalo Vázquez Gil propuso en 1987 la reconstrucción en parte de la Fuente de dios Neptuno. El cuerpo principal del conjunto escultórico acababa de llegar al museo municipal de Castrelos, que dirigía por entonces. Su importancia radica en ser la escultura civil más antigua de la ciudad, documentada desde 1719.
Lo que en esos años no fue posible, hoy está más cerca de convertirse en realidad. En los últimos estudios llevados a cabo por el museo se localizaron las piezas principales extraviadas: los dos pequeños cipreses que adornaban los laterales de la fuente. Según fuentes cercanas a la investigación, estos se encuentran en una iglesia parroquial de la ciudad. El resto de las piedras, sin valor para su recuperación, fueron utilizadas en la construcción de un muro de contención.
La Fuente de Neptuno, de 3,5 metros de alto, fue desmontada en 1861 con la apertura de la bautizada como Travesía de Vigo, hoy llamada Elduayen. El vigués Olivié resguardó en un almacén la figura del dios, el escudo y la inscripción hasta su entrega al museo municipal. Actualmente se encuentran en los jardines del pazo de Castrelos, la escultura en el centro de un estanque, y los relieves en el Paseo dos Escudos. El dios Neptuno fue restaurado en 1986, colocándole en el brazo derecho con el tridente de hierro, pero nuevamente se le desprendió, por lo que el atributo divino permanece en los almacenes del museo. La existencia de un manantial y una fuente en el Casco Vello se remonta al siglo XVII, pero las primeras alusiones directa al Néptuno son de 1795, cuando en tiempos de Felipe V fue restaurada. Funcionó de forma continuada hasta 1809, en que fue cegada, coincidiendo con la invasión francesa. Los problemas de abastecimiento de agua en la villa fueron una constante, de la que se hace eco el médico Taboada Leal en una crónica donde escribía que de las cuatro fuentes con bastante caudal de Vigo, "solo dos de estas (...) conocidas con los nombres de Neptuno y Angelote (hoy en la Praza da Princesa), son de aguas potables, y aunque las dos se hallan tan inmediatas que, parecen continuación una de la otra, sin embargo el agua de esta segunda es menos fresca y grata que la de la primera".
Para su reconstrucción se cuenta con el testimonio de otro cronista vigués, Avelino Rodríguez Elías, sobre sus recuerdos de infancia y con el dibujo de Cecilio L. de Veiga, realizado en 1909.
Otro de los grandes misterios del Neptuno también está próximo a ser revelado: su autoría. Los investigadores consideran que no se trata de un artista de renombre, sino más bien un taller de cantería de una parroquia de los alrededores.n
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