Vistas prohibidas a los vigueses desde el viejo Xeral
El mirador de la Cidade da Xustiza será desde el lunes sólo para el personal judicial: la reforma vetó su disfrute para los ciudadanos
Más de 4.000 personas ya conocen por dentro la Cidade da Xustiza (CdX), que comenzará a tener actividad real a partir de este lunes, con el traslado del primer juzgado, Contencioso-Administrativo 1. El miércoles llegará el Contecioso-Administrativo 2. Dos semanas después tocará el turno de los primeros de Primera Instancia y Refuerzo. Serán las unidades que comenzarán a generar actividad, aunque escaso público al tratarse -en los dos primeros- de juzgados sin vistas. A partir de noviembre la apertura de las cinco unidades de lo Social supondrá cientos de juicios semanales y movimiento visible en el interior. En todo caso, habrá que esperar hasta bien entrado 2023 para que la calle Lalín se vacíe por completo, en concreto en la primera semana de abril si se cumple el cronograma. A partir de ese momento, los dos edificios comenzarían su rehabilitación para otras funciones, en un caso un centro sanitario y en el otro un complejo destinado a asociaciones.
El recorrido por el interior de la torre judicial deja un buen gusto a los últimos grupos de visitantes, que conocen las salas de audiencia -en especial la dedicada a macrojuicios, cuando los haya- y los despachos y destacan el cambio sufrido por el edificio más alto de la ciudad desde su anterior función hospitalaria. Con todo, parece el principal motivo para recorrer el complejo -así lo contaron a este diario- poder contemplar Vigo y la Ría desde una atalaya única, que además tendrá acceso prohibido una vez funcione la CdX.
Pese a todas las peticiones, desde el lunes la terraza dejará de funcionar como el mejor mirador de toda la ciudad y la Ría, para convertirse en una dependencia exclusiva para los trabajadores de la Administración de Justicia. Lo más llamativo es que la última planta, a la que se accede por escalera desde el piso 19, está amueblada y repartida como si se fuera a montar un bar o una cafetería pública. Pero no será así. Desde el Gobierno gallego se ha zanjado el asunto: según afirmó el propio Rueda cuando todavía era conselleiro de Xustiza para habilitar la azotea como un mirador público, como otras ciudades del mundo, habría que montar un acceso especial, vigilancia 24 horas y otras medidas. Y además, se advirtió de que los jueces no estarían dispuestos por cuestiones de seguridad.
En cuanto a la Cidade da Xustiza, una vez iniciado el pasado septiembre el traslado del archivo, la delegada de la Xunta, Marta Fernández-Tapias, destacó que no habrá que suspender ninguno de los juicios programados y en abril todos los órganos judiciales ya operarán en la torre judicial de Pizarro. El proceso continuará en noviembre con otros diez juzgados, dos por semana. Los vecinos del entorno ya han comenzado a notar la reactivación del barrio, que literalmente “murió” tras el cierre del Xeral. Despachos de abogados, pequeños negocios y locales reabiertos esperan turno a partir del próximo lunes.
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