Un millar de musulmanes comenzó en Vigo el Ramadán

"Feliz Ramadán 1435/ 2014 a toda la comunidad musulmana española y a los musulmanes de todo el mundo". Este es el deseo que lanzan desde el Centro Cultural Islámico de Vigo. La Unión de Comunidades Islámicas señaló este sábado, 28 de junio, el inicio del mes santo, ya que correspondió con el día 30 de Shaban de 1435. Durante 29 días a partir del primer cuarto creciente después del noveno mes (Shawwal), los musulmanes se someten a abstinencia absoluta, sin comer, sin beber y sin mantener relaciones sexuales desde el alba a la puesta del sol. Además, a las cinco oraciones diarias añaden una más, voluntaria, al final del día.

Se calcula que sobre un millar de vigueses, la mayoría inmigrantes, siguen en el Islam. Abderahim, un comercial de 29 años, esperaba ayer a la entrada de la mezquita viguesa para el rezo de las dos y media:"Es un acto de fe, de obediencia a Dios", afirma, al tiempo que asegura que no le supone ningún esfuerzo especial para compaginar los mandatos religiosos con las costumbres occidentales imperantes en Vigo: "Trabajo igual y voy al gimnasio como el resto de los días; los que lo pasan peor son los fumadores que no pueden encender este mes un pitillo durante el día". Para Abderahim, "el cuerpo humano es una máquina capaz de adaptarse a las exigencias más difíciles que se le someta".

Celebra el Ramadán con el resto de su familia. Las mujeres también cumplen con los mismos dictámenes, aunque acuden a rezar a una estancia separada en la mezquita: "Es normal, la costumbre", afirma Abderahim. Tan solo los enfermos, las embarazadas y las lactantes están exentos de cumplir con el ayuno.

mayor gasto en alimentación

Al contrario de lo que pueda parecer, en Ramadán, el mes del ayuno, es cuando los musulmanes invierten más en alimentación. Así lo corrobora Hassan, el propietario de la única carnicería musulmana de Vigo: "Cuando cae el sol, en las casas se organizan banquetes y fiestas en el que se sirven comidas especiales". Además, durante el Ramadán los gestos de solidaridad se multiplican. Es habitual que clientes de Hassan realicen compras para las recojan los miembros de la comunidad que pasan por mayores dificultades económicas, "porque la crisis nos afecta a todos", indica Hassan, quien está al frente del negocio desde hace cinco años.

Sin contar con una cifra concreta de clientes, el carnicero considera que todos los practicantes vigueses del Islam pasan por su establecimiento: "Nosotros no podemos comprar carne en las grandes superficies porque tienen que ser sacrificadas cumpliendo el ritual y deben estar totalmente desangradas para que las podamos consumir". En su establecimiento se encuentran los alimentos habituales del Ramadán: "Lo que más se consume son los dulces del miel, dáctiles de Túnez, pasteles, pan árabe o leche Laban (despasteurizada)".

El menú de las mesas musulmanas durante el Ramadán se completa con comidas típicas como la harira (sopa de tomate con legumbres) y con productos más habituales como zumos naturales, batidos de fruta, tortitas, huevos duros y conservas de carne. Como cada día, Hassan cerró ayer su tienda, en la calle Pino, a las 14.30 horas para acudir también al rezo en la mezquita local. Desde 2009 está ubicada a escasos metros de su establecimiento, en Canadelo Alto.n