Los mejores de la nueva PAU en Vigo
Selectividad
Dennís, Claudia y María lograron notas casi perfectas en la selectividad pese a la incertidumbre y las novedades
Hace apenas un año, el joven vigués Dennís Gregorio se encontró un vídeo antiguo en su teléfono de cuando, en un partido de benjamines –él jugaba en la cantera del Celta–, logró detener el avance de un tal Lamine Yamal en una jugada de ataque. “Que non hai quen pare a Lamine Yamal? Desculpe don, discrepo”, escribió, jocosamente, junto al vídeo en un post de Twitter que se hizo viral casi al instante –en esos momentos la joven estrella del Barcelona disputaba la Eurocopa con España–. Un año después, Dennís, con un 9,75 (13,78 al añadirle las optativas) es el alumno vigués con la nota más alta de la nueva PAU, el séptimo de toda Galicia.
A él le pilló “de sorpresa” el jueves por la tarde, cuando decidió quedar con algunos de sus amigos para conocer juntos sus notas finales. “Iba cunhas sensacións moi boas, pero en ningún momento me parei a pensar en algo tan alto”, cuenta el joven estudiante, que durante el ‘sprint’ final del curso llegó a dedicarle hasta ocho horas al día al estudio: “Ía á biblioteca do Mar de Vigo dende a mañá ata que pechaba, intentando aproveitar o tempo ao máximo”.
A pesar de la incertidumbre por las nuevas preguntas competenciales, Dennís señala que “solventámolo razoablemente ben e non foron moi difíciles”. De hecho, ve positivo este nuevo modelo de exámenes “porque de pouco vale memorizar e logo vomitar sen desenvolver un pouco a capacidade crítica”. En este sentido, agradece a sus profesores del IES San Tomé “porque creo que dende o meu instituto fomos moi ben preparados na materia de Bioloxía, que tivo moitas queixas por ser demasiado difícil, e tivemos as ferramentas para sacar o exame adiante”.
Aunque su elevadísima nota le abre todas las puertas posibles, él tiene claro que quiere estudiar Fisioterapia en la UDC. Sobre el vídeo viral con Lamine –que ayer volvió a correr como la pólvora por redes sociales– comenta que “subino a Twitter con moito cariño e agradecido por poder vivir momentos tan bonitos grazas ao fútbol”.
Cuando Claudia Gándara abrió el correo de la CIUG con las notas de la PAU, admite que “incluso lloré cuando llamé a mi madre toda contenta”. Esta alumna del IES do Castro, que sacó un 9,7 en la fase general de la selectividad (13,72 al añadir las optativas) no se esperaba el correo con las notas en ese momento, ni mucho menos tener una calificación tan elevada: “Pensaba que Gallego me había salido mucho peor”, explica. Para prepararse para estas pruebas, dedicaba unas 4 horas por la mañana y otras 4 por la tarde “haciendo exámenes y midiendo el tiempo”, y dejando las asignaturas más con más carga teórica para la tarde.
Al igual que Dennís, Claudia también se imaginaba los nuevos modelos de examen “un poco más difíciles de lo que terminaron siendo. Iba con mucho miedo y al final me salieron bastante bien”. Esta joven estudiante también valora positivamente que los exámenes de la PAU se alejen de los contenidos memorísticos tradicionales: “El cambio me parece para bien porque, por ejemplo, las preguntas competenciales en Matemáticas eran interesantes de hacer y te hacían salirte un poco del esquema de los problemas más tradicionales”.
Gracias a su 13,72, podrá entrar en el doble grado de Matemáticas y Física de la USC, la titulación con la mayor nota de corte del Sistema Universitario de Galicia y su primera preferencia. El premio al esfuerzo de todo un año para una futura investigadora que mientras vaya desarrollando su carrera tendrá que decidir “entre la física de partículas o el big data y la IA”.
Quien todavía no tiene muy claro qué grado elegirá es su compañera del IES do Castro María Vilariño. Gracias a su 9,7 (13,84 al añadir las optativas) las posibilidades son prácticamente infinitas y, aunque una de sus opciones es el doble grado en Educación Infantil y Primaria, no quiere cerrarse puertas todavía.
Cuando llegaron las notas “subí corriendo a casa y casi no podía entrar en el correo de los nervios que tenía, pero al final fue una liberación”, cuenta la joven estudiante. Dedicó unas 6 horas diarias a preparar la PAU en su casa y también descubrió que “al final los exámenes competenciales no eran para tanto”, aunque sí que apunta que “Biología fue especialmente complicado y al final lo corigieron con bastante benevolencia”.
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