Un médico avala que una menor con asma se escolarice en casa
vigo
La familia solicitó la atención domiciliaria a la Xunta al pertenecer a un grupo de riesgo
La pandemia del coronavirus ya ha obligado a una nueva familia viguesa a solicitar a la Xunta la atención escolar domiciliaria al vivir circunstancias sanitarias particulares ante las que la vuelta al colegio supone un gran riesgo para su salud.
Es el caso de la familia de María del Mar Alonso, una madre que padece asma al igual que su pareja, además de otras patologías. La vuelta a las aulas durante este curso supone un riesgo adicional para toda la familia, y en particular para su hija mayor que este año cursa 2º de Primaria. La menor también es asmática.
Ante esta situación, el médico especialista que trata a la niña elaboró un informe en el que aconseja "guardar extrema precaución para evitar el contagio" y que dada la imposibilidad de garantizar su seguridad ante la potencial infección por covid, "sería muy razonable que en su caso se le fuese concedida la escolarización en domicilio hasta resolución de la pandemia".
Esta situación tan compleja se ve agravada por el hecho de que la familia convive con la abuela paterna de los niños, que además de pertenecer a un grupo de riesgo también padece una patología respiratoria crónica que requiere de apoyo con una fuente de oxígeno supletorio.
La familia optó por solicitar a la consellería de Educación la escolarización domiciliaria y no llevar a la niña a las clases mientras no recibiesen su resolución como medida de precaución sanitaria, al considerar que "el derecho a la salud debería estar por encima de la obligación de la escolarización", según Alonso.
Además, su hija está matriculada en uno de los centros vigueses que ya ha registrado un caso de covid en sus aulas, teniendo que poner en cuarentena a toda una clase. Su hijo menor todavía se encuentra en una escuela infantil, donde no es obligatorio llevar mascarilla. "Estamos viendo que las medidas adoptadas en los colegios son efectivas para evitar que no se contagien colectivos, pero no a nivel individual", señala Alonso, algo que no sería suficiente para garantizar la salud de su familia.
No se trata de la primera solicitud de la atención escolar domiciliaria en Vigo. Yaiza y Edgar también cuentan con informe médico que señala que su hijo "no debe asistir a clase presencial por el peligro de contraer enfermedades infecciosas (covid-19 incluido)", debido a los "graves problemas de salud" del padre del niño que se encuentra bajo tratamiento de quimioterapia y en estado de muy bajas defensas.
Sin embargo, tanto en el caso de la familia de María del Mar como en la de Yaiza y Edgar, los padres aseguran haber recibido un trato mucho más comprensivo por parte de sus médicos que de los colegios a los que acuden los niños.
Alonso asegura que en el centro en el que está escolarizada su hija "sentó muy mal que solicitáramos la escolarización a domicilio" y que tampoco ha sido capaz de contactar con la consellería de Educación a través del teléfono.
"Uno se siente muy solo ante una situación así", reconoce Alonso, que ya ha conseguido ponerse en contacto con la familia de Yaiza y Edgar para poner en común las dificultades que afrontan ante este curso tan particular.
Si bien la posibilidad de no llevar a los niños a clase a causa del covid estuvo presente en numerosas conversaciones durante el inicio de este curso, la escolarización sigue siendo obligatoria para los niños mayores de 6 años, y solo aquellas familias que cuentan con informes médicos que avalen la excepcionalidad de su situación pueden solicitar que sus hijos estudien desde el hogar.
"Se nos están poniendo trabas y hemos recibido presiones"
María del Mar Alonso asegura que desde el día 18 se están pasando por la plataforma las faltas de asistencia de su hija en el centro en el que está escolarizada, a pesar de que todavía no ha recaído resolución en el expediente de escolarización domiciliaria, lo que podría suponer la apertura de un expediente de absentismo.
"Se nos están poniendo trabas para recibir información y hemos recibido presiones", asegura Alonso. Desde la familia señalan que "se nos está criminalizado a los padres, cuando lo único que estamos haciendo es velar por la salud de nuestros hijos, avalada además por informes médicos, cuando las instituciones educativas tienen instrumentos que permitirían compatibilizar la salud de los menores con el derecho a la educación". Alonso destaca que sabía que la situación que iban a afrontar durante el inicio de este curso sería difícil, y que esta petición se puede admitir o no, siempre que esté justificado, "pero no me esperaba este tipo de presiones al margen de la legalidad".
Desde la familia esperan que tanto el centro como las instituciones utilicen los cauces previstos para gestionar la petición de la escolarización domiciliaria ante una situación tan particular. Alonso asegura que "me hizo sentir muy mal que en un sistema democrático se prive a los padres de información para poder proteger la salud de sus hijos".
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