El mayor centro de FP de Galicia se pone deberes para el futuro

Piden que se reacondicione el pabellón polideportivo, ahora inutilizado, y se convierta en espacios docentes

El CIFP Manuel Antonio, todavía en obras.
El CIFP Manuel Antonio, todavía en obras. | J.V. Landín

Las movilizaciones para reclamar cambios en la organización de las obras de rehabilitación del CIFP Manuel Antonio encendieron un ‘fuego’ en el profesorado del centro, que comprobó cómo la unidad y el diálogo son la mejor forma de comenzar a cambiar las cosas. Así, tras la última asamblea de centro, los docentes del mayor centro de Formación Profesional de Galicia –más de 2.000 personas acuden cada día a estudiar o trabajar allí– decidieron elaborar un documento ('O Libro Branco do Manuel Antonio') con una batería de propuestas para mejorar las instalaciones de cara al futuro que ayer entregaron en la sede de la Xunta para hacerle llegar al director territorial de Educación.

Se trata, como explican en el propio documento, de un “cambio profundo para diseñar un espacio con criterios de flexibilidad, seguridad, sostenibilidad y bienestar” en un centro que “no está pensado para un modelo educativo del siglo XXI”. Entre las necesidades del profesorado, el documento pide mayor democracia en la toma de decisiones por parte de la dirección del centro, recuperar las clases de 50 minutos, aumentar el personal de orientación para respetar las ratios recomendadas, equiparación salarial del profesorado de secundaria con el profesorado técnico o formación complementaria para los docentes en materia de necesidades especiales y resolución de conflictos. También solicitan menor carga burocrática, mejor comunicación interna, transparencia presupuestaria, dotar mejor las aulas de FP Básica ("no debe ser un último recurso para alumnado sin expectativas ni ilusión") o un aula de convivencia, entre otras demandas.

Pabellón inutilizado

El documento, de unas 26 páginas, detalla las necesidades de todos departamentos que conforman el centro (Hostelería y Turismo, Sanidad, Química, Textil, Industrias Alimentarias, Idiomas y Seguridad y Medio Ambiente), pero una pone de acuerdo a todos los docentes: reconvertir el pabellon polideportivo, un edificio ‘residual’ de cuando el Manuel Antonio también era un instituto de Secundaria, en uno o varios espacios educativos. Se trata de 1.500 metros cuadrados que a día de hoy no se utilizan, ya que el centro no tiene ningún ciclo de Educación Física y los módulos de FP no requieren este tipo de enseñanzas.

Además de esto, todos los departamentos del Manuel Antonio coinciden en que las diferentes aulas en las que llevan a cabo la docencia práctica necesitan ampliarse o estar mejor dotadas con material de calidad. Por ejemplo, los laboratorios de química tienen equipamiento deteriorado y de hace más de 20 años, los docentes de Sanidad piden que los espacios reformados se adecúen a las necesidades actuales o en el departamento de textil piden tener un aula específica para tapicería en lugar del taller polivalente de ahora.

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