La máxima del año en Vigo, el 40 de mayo

Vigo alcanzó ayer los 32,6 grados, la temperatura más elevada de 2025. En el área, Porriño rozó los 36. Ourense, de nuevo la sartén gallega, con 36,4 grados. El termómetro se mantendrá durante estos días

Así estaba ayer por la tarde Samil, con lleno en la arena y la orilla.
Así estaba ayer por la tarde Samil, con lleno en la arena y la orilla.

La primera quincena del año, todavía oficialmente primavera, suele marcar las máximas del año y este lunes se alcanzó un techo con 32,6 grados registrados en el punto de control de Meteogalicia en el centro urbano, la temperatura más elevada de 2025, superando los 29 de finales de mayo. Y justo cuando se cumplía el “40 de mayo” —9 de junio— que anuncia que ya es verano y se puede guardar el abrigo en el armario. Samil, el termómetro de la estación, registró el primer lleno absoluto. En el puerto fueron 28,5 y 29,6 en Navia y 30,5 en el campus.

En Cíes, la más baja, con 28,5, aunque en las islas la sensación térmica es muy superior por la combinación de la arena y el mar. En el área metropolitana destacó, siempre según los datos de la agencia gallega meteorológica, los 35,7 medidos en Atios, en Porriño, y los 35,1 de A Granxa, en Ponteareas, fueron las más elevadas. Pontevedra llegó a 33,8.

Pero una vez más la máxima gallega se la llevó la vecina provincia de Ourense, con 36,2 de Leiro y los 36 alcanzados en la capital, cifras estratosféricas para la costa gallega pero nada inhabituales en el interior, en especial en toda la cuenca del Miño. En el Norte, A Coruña marcó como máxima 23,4 grados, y solo por unos momentos, para bajar a continuación a poco más de 20.

Lo que significa una brecha térmica de nueve grados entre las Rías Altas y las Rías Baixas, algo también conocido que la estadística confirma una y otra vez.

La tendencia al alza continuará estos días, que son habitualmente los más cálidos del año, en torno a la fiesta de San Antonio, el 13 de junio, que suele marcar las máximas temperaturas de cada ejercicio.

En cuanto a la estadística acumulada de los primeros días de junio, los registros coinciden en que la máxima certificada del siglo XX se marcó precisamente el 13 de junio de 1981 con casi 39 grados medidos en el aeropuerto. En el centro de la ciudad probablemente se superó dicha temperatura.

Desde que llegó el año 2000, esa cota también se ha superado en dos ocasiones: en 2013 se alcanzaron 39,7 grados, mientras que en 2016 se habría fijado la máxima histórica de Vigo con 40,8, siendo la primera vez en la historia en que se superó dicha barrera. En 2018 también hubo otra máxima reseñable, con 37,8 grados registrados por la agencia gallega meteorológica.

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