Mauro Trincado: “La pandemia me permitió ver la medicina de verdad”

vigo

r.s.

Publicado: 30 jul 2020 - 03:24 Actualizado: 31 jul 2020 - 03:56

Mauro Trincado, en Lanzarote.
Mauro Trincado, en Lanzarote.

Mauro Trincado Ave nació en Vigo, pero su familia es de Bueu y vive en Santiago. Logró el puesto 26 en el examen MIR al que se presentaron unos 16.000 alumnos de Medicina dem toda España y escogió hacer la especialidad de Cardiología en Santiago. Desde muy pequeño le gustaban los animales y todas las materias que tenían que ver con las ciencias naturales. A los 15 años había decidido ser veterinario pero en Bachillerato se decantó por la Medicina y apretó el acelerador de los estudios. Tiene un tío y una prima médicos. Eligió formarse como cardiólogo porque le parecía una especialidad “muy lógica en la que todas las piezas encajan”, porque es “muy amplia, puedes hacer casi de todo y te abre muchas puertas”, porque la veía como una buena opción laboral y porque había sido una de las asignaturas que más le gustaron durante la carrera. Se decantó por Santiago, tras informarse de la situación en varios hospitales, vio que tenían su propia unidad de críticos gestionada por cardiólogos, porque tienen una faceta investigadora y docente importante y cuentan con un equipo de profesionales “muy bueno, me pueden dar formación a la altura de Madrid o Barcelona sin necesidad de cambiar tanto mi entorno”.

Mauro Trincado ya tuvo su primera experiencia laboral durante la pandemia. Estaba en Estados Unidos cuando comenzó y tuvo que adelantar su vuelta. En los primeros días de confinamienton empezó a hablar con otros compañeros. “Sentíamos estudiar tanto para que pase algo así y meternos en casa sin hacer nada”. Así fue como llamó a varias puertas y acabó trabajando en las Urgencias “limpias” (no Covid) del hospital público de Ávila durante tres meses. Considera que fue una gran experiencia. No tenían experiencia clínica, pero les dieron acompañamiento docente y les dieron libertad cuando vieron que se manejaban bien. La pandemia les permitió “trabajar y ver cómo es la medicina de verdad, no como un alumno detrás de la mampara” y meditar mejor sobre la especialidad en la que quería formarse.

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