El más triste cumpleaños del 15-M en las calles de Vigo
Los indignados que apoyaron en sus comienzo al movimiento ya no ven claro su futuro y reclaman más coordinación
Apenas una veintena de personas acudieron ayer a la reunión conmemorativa en la farola de Príncipe en el segundo aniversario del 15-M en Vigo, el movimiento de los indignados que hace dos años consiguió juntar a más de 4.000 personas en las calles, todo un estallido social de impacto tan enorme como efímero por lo que la crisis iniciada en 2008 estaba comenzando a dejar tras de sí.
La portavoz de prensa, Celia Lorenzo, se mostró muy emocionada recordando la acogida que tuvo la iniciativa en el 2011: 'Es como si fuera mi cumpleaños, la manifestación abrió los ojos a miles de personas en todo el mundo y puso sobre la mesa de debate temas que no se habían planteado con anterioridad. En esta fecha celebramos la humilde y a la vez enorme aportación de cada una de las personas que colaboraron el movimiento'.
El evento fue improvisado 'como el original', comentó la portavoz, y contó con un micrófono abierto a disposición de todo aquél que quiso compartir sus vivencias y experiencias posteriores al movimiento que cada ciudadano atesoró durante los dos años de lucha posteriores.
Sin embargo, no todos los que fueron miembros activos del 15-M se ven representados con la reunión. 'No hay nada que celebrar, estos recordatorios nostálgicos no tienen utilidad práctica. El grupo se ha ido diluyendo y transformando, está formado de buenas personas con buen corazón, pero no quieren posicionarse. Si algo he aprendido con esta experiencia es que pequeños grupos no pueden hacer mucho, es necesaria más organización y tener claros los objetivos. Ahora mismo, la mayoría de las personas que formaban el 15-M han seguido luchando en otros colectivos, como por ejemplo la PAH', comentaba un ex-activista del movimiento.
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