Más obstáculos impiden finalizar Rosalía de Castro desde Colón a García Barbón
Los promotores esperan una decisión de Cultura sobre los restos arqueológicos y un impulso a la venta de viviendas
Terminar Rosalía de Castro como estaba previsto, desde Colón hasta García Barbón, está resultando un trabajo casi imposible por la acumulación de dificultades urbanísticas, financieras y también por la aparición de restos arqueológicos importantes en el tramo que se inicia en Serafín Avendaño. Quince años después de iniciarse la urbanización no hay visos de su finalización.
Dificultades urbanísticas, financieras y políticas impiden la puesta en marcha de la urbanización de Rosalía de Castro en su último tramo, entre Serafín Avendaño y García Barbón, donde tendría que iniciarse la calle. El bloqueo es de tal calibre que fuentes de la junta de compensación, el organismo que gestiona esta actuación desde 1994, reconocen que no hay garantías de cuál puede ser el desenlace.
El último de los obstáculos de esta carrera iniciada hace 15 años con la constitución de la junta ha sido la aparición de nuevos restos arqueológicos que la Consellería de Cultura tiene que evaluar antes de decidir qué hacer con ellos. De momento, ha decidido ampliar las excavaciones, que en teoría siguen en la zona, lo que ha llevado a los promotores y al departamento municipal de Urbanismo a suspender sine die la construcción de los quince bloques previstos, con un total de 700 pisos en 60.000 metros cuadrados edificables. En la junta de compensación se espera que haya una decisión firme de Cultura, que será más difícil de tomar con el cambio de responsables, y que mientras tanto pueda mejorar el mercado inmobiliario. Porque ahora mismo, reconocen, es difícil pensar en colocar 700 viviendas de tipo medio-alto en la situación de crisis por la que pasa el país.
Levantar los inmuebles contemplados supondría una inversión en torno a 60 millones de euros que en estos momentos las promotoras no parecen dispuestas a asumir por el serio riesgo de no encontrar después salida. Y además, resta por decidir qué hacer con el aparcamiento proyectado en la urbanización, también tocado por las dificultades económicas y la caída en picado de la demanda, visible en la oferta de plazas libres en los otros estacionamientos en fase de construcción en el centro.
Hay que valorar todos estos aspectos, tanto los urbanísticos como los políticos y los financieros, mientras tanto, todo seguirá en suspenso, explicaron fuentes de la junta de compensación.
Por su parte, en la concejalía de Urbanismo se mantiene que Cultura lleva meses sin decir qué quiere, en ningún sentido, de ahí que se haya optado por detener las obras a la espera de una decisión, incluso en algunas parcelas donde ya se habían levantado los muros-pantallas.
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