Marineros contra el fuel: “Vimos nuestra patria muerta”

Los marineros fueron los primeros en ver la llegada del fuel del “Prestige” a la costa cuando el barco se hundió definitivamente frente a las costas gallegas el 19 de noviembre y especialmente a partir del 2 de enero, cuando las manchas del chapapote provocaron la mayor marea negra en la historia de Galicia y España. El marinero Julio Alonso era por aquel momento patrón mayor de la Cofradía de Vigo, que se enteró de la llegada del fuel tras recibir el aviso por radio de barcos portugueses de que la mancha estaba llegando ya a las Rías Baixas en un momento en que “las autoridades nos decían que aún estaba arriba y no había problema”.

En este momento, Alonso regresó al puerto de Vigo, subió a bordo al el concejal de Medio Ambiente por aquel entonces, Amador Fernández, y varios periodistas entre los que llegó a estar la Reina Letizia cuando era reportera y salió de la Ría con su barco para encontrar detrás de las Cíes la marea negra. “Al pasar las islas ya quedamos embarrados, recuerdo perfectamente la mancha y el olor, entonces llamé a la Cofradía para organizar urgentemente la salida de los barcos para cogerlo antes de que entrara en la Ría”, recuerda Alonso.

José Manuel Sotelo también era marinero de bajura en la Ría por aquel entonces, capturando principalmente pulpo y marisco a bordo de su barco “Saladino Primero” y el momento de la llegada de chapapote también se le quedó gravado en la memoria. “Pasaron muchos años ya, pero aún lo recuerdo muy bien”, afirma Sotelo que señala que ante aquella imagen “vimos nuestra patria muerta, era algo inaudito que aún me trae mucha tristeza”.

Tras amarrar su barco, regresó a la entrada de la Ría, en la zona norte de las Cíes, en una planeadora junto a otros compañeros para sacar el fuel del agua con capazos. “Había unos galeones del mejillón con grúas que nos ayudaban a descargarlo de las planeadoras, pero lo duro era subir los capazos del agua llenos”, asegura. Alonso también destaca la ayuda de los bateeiros de la Ría, que “fueron primordiales por sus grúas”, además recuerda que en los días consecutivos también se unieron a los trabajos los barcos de cerco y “empezamos nuestros inventos como un puchero enorme grande que con la grúa sacaba dos toneladas de chapapote en cada izada”.

Dos décadas después, Alonso destaca que “la gente del mar nos echamos a cuestas el problema y creo que no se nos reconoció a los que nos metimos en ello sin saber ni siquiera a qué nos enfrentábamos”. Según explica este marinero, en los primeros momentos “ni siquiera sabíamos si era tóxico o no estar trabajando con el fuel y salvamos una catástrofe mayor en la Ría no veo que se nos haya reconocido esta labor”.

Por su parte, Sotelo también destaca la labor de los marineros, ya que “todas las embarcaciones, absolutamente todo el mundo fue a limpiar a la mar, cada uno con su barco”, pero considera que tras la catástrofe que se valoró su trabajo. “Con la administración no tuvimos ningún problema más que ayudar en lo máximo posible y creo que nos lo reconocieron”, asegura.

“Si hoy ocurre una catástrofe similar, no estamos preparados”

Julio Alonso considera que 20 años después del hundimiento del “Prestige”, en el caso de una catástrofe similar “no estamos preparados”. Alonso señala que las administraciones han hecho adquisiciones de barcos como grandes remolcadores e infraestructuras como el Puerto Exterior de A Coruña “pero esa no es la solución y a la gente del mar poco se nos ha ayudado”.

Así, Alonso considera que las administraciones deberían contar más con la gente del mar a la hora de tomar medidas de este tipo. “Echo de menos que la administración menosprecie a la bajura, nadie conoce mejor la Ría de Vigo que los pescadores de la ciudad o de Cangas o Moaña”, afirma.

Por su parte, José Manuel Sotelo es más optimista ante la capacidad de reacción ante una situación similar. “Se tomó experiencia de todo aquello, además hoy hay más medios”, asegura.