El Marco se mira al espejo con su colección propia

El Museo de Arte Contemporánea de Vigo (Marco) inaugura una nueva etapa con una exposición que consolida su proyecto de colección propia. Un año después de “Una imagen de sí”, primera muestra integrada exclusivamente por fondos propios, el museo presenta ahora una propuesta más amplia que confirma la solidez de un conjunto que “ha crecido en coherencia y significado”, según destaca su director, Miguel Fernández-Cid.

La exposición ocupa el patio y dos de las galerías de la planta baja, articulando un recorrido que combina generaciones, geografías y afinidades formales. El primer patio reúne obras de Berta Cáccamo, Bosco Caride y Lluís Lleó, poniendo en juego “un triángulo de sensibilidades que dialoga con el espacio”. En la primera galería, las piezas de Washington Barcala, Alfonso Galván, Juan Giralt, Sofía Madrigal, Idoia Montón y Leopoldo Nóvoa construyen un mapa de relaciones que, en palabras del director, “muestran cómo la colección crece hacia dentro, buscando conexiones naturales, no forzadas”. La segunda galería se dedica íntegramente al portugués Jorge Martins, cuya obra adquiere una presencia singular dentro del conjunto.

La muestra simboliza un cambio de paradigma para un museo que durante años fue definido como “sin colección”. Fernández-Cid recuerda que esa percepción tenía fundamento, pero subraya que “un museo también se construye desde procesos internos que no siempre se ven: reorganizar espacios, ampliar la biblioteca, fortalecer las publicaciones, cuidar el almacenamiento”. Desde 2019, el Marco ha impulsado una profunda renovación interna y ha incorporado obras clave gracias a adquisiciones y donaciones.

Hoy, el proyecto de colección se presenta como una trama en expansión, y se podrá ver hasta febrero.