Mar de Vigo vibró al ritmo de Milladoiro

Un Auditorio lleno disfrutó con el grupo emblemático de folk gallego, que salió al escenario acompañado por la fadista Mafalda Arnauth en el concierto organizado con motivo del 25 aniversario de Atlántico

Un concierto con el signo inconfundible de Milladoiro, con momentos para la fiesta y momentos para el recuerdo como el emotivo homenaje al recientemente desaparecido Fito Domínguez, fundador de A Roda. Todo tuvo cabida en una actuación que no defraudó a las más de mil personas que acudieron ayer al Auditorio Mar de Vigo en una de las actividades programadas con motivo del 25 aniversario de Atlántico.

Los de Milladoiro llenaron la sala con una propuesta musical llena de poesía y referencias a la música tradicional gallega y al folk europeo.

Iniciaron el recital dándole protagonismo a la gaita con el 'Alalá de As Mariñas', recuperado por Faustino Santalices, después del cual Xosé Ferreirós tomó la palabra: 'Sempre é unha alegría tocar en Vigo porque aquí hai un público moi especial que nos acolle con moito cariño e ás veces, os concertos son por motivos moi destacados coma neste caso que festexamos os 25 anos de Atlántico'. Ferreirós le deseó al periódico otros 25 años 'y que nosotros podamos volver a celebrarlo'. Después de aclarar que 'imos facer o que xa sabedes', interpretaron 'Alborada de Verín'.

El acordeón introdujo el tercer tema y con efectos lumínicos en rojo dieron paso a interpretaciones con más influjos irlandeses. Pese a sus 34 años sobre los escenarios, los integrantes de Milladoiro disfrutaron cada momento, punteando y marcando el ritmo.

Con el quinto tema llegó una composición propia, 'Maruxa', una balada que sirvió de banda sonora para la película 'La mitad del cielo'. Con el transcurso del repertorio el público se animaba cada vez más, acompañando con palmadas y movimientos de pies alentados desde el escenario.

No faltaron clásicos del grupo como 'Tecendo liño', 'A bruxa' y 'A muiñeira'. Nando Casal aprovechó para recordar sus comienzos con 'Galicia de Maeloc', donde 'muchos nos criticaron por tocar un alalá con un teclado japonés'.

Pero sin duda el momento más emotivo fue el recuerdo a Fito Domínguez, dedicándole dos temas muy especiales.

En la segunda parte salió la invitada especial, la fadista Mafalda Arnauth. Con su voz aterciopelada y llena de sentimiento aportó la dosis de melancolía.

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