Manos Unidas impulsará desde Vigo una radio en Sudán

La delegación en Vigo de la ONG eclesiástica Manos Unidas se encuentra ya inmersa en la campaña contra el hambre de 2022 bajo el lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido”. Se trata de la primera gran campaña desde la llegada del covid que frenó el trabajo ante las mayores dificultades a la hora de llevar a cabo la cooperación internacional.

Mediante esta iniciativa buscarán concienciar a la ciudadanía viguesa y recaudar fondos con los que apoyar diferentes iniciativas. Entre otros proyectos, la delegación de Manos Unidas en la ciudad impulsará una radio en Sudán del Sur. “En países como este la radio puede ser una forma de educación para dar clases o para concienciar sobre los derechos humanos ante la guerra civil que sufren en un territorio en el que no hay ley”, explica la presidenta de Manos Unidas en Vigo, Begoña Cebrián.

Desde la delegación en la ciudad colaboran principalmente con iniciativas desarrolladas en África, Asia y Sudamérica de la mano de misioneros y otras ONGs que trabajan sobre el terreno. “Cuando surgen necesidades, se ponen contacto con nosotros para desarrollar proyectos como hacer escuelas, hospitales, iniciativas contra el cambio climático o de igualdad”, asegura Cebrián. En este sentido recordó que Manos Unidas nació de un grupo de mujeres católicas, por lo que “llevamos desde el inicio empoderando a las mujeres”.

También están recuperando labores de concienciación, enviando material a las parroquias del área para informar con charlas en colegios, aún con dificultades para traer misioneros que expongan sus experiencias, como acostumbraban a hacer antes del covid.

"La gente se movilizó con Ucrania, en África viven el mismo horror"

La delegación viguesa de Manos Unidas funciona exclusivamente mediante el trabajo altruista de una quincena de voluntarios que colaboran en el día a día de la ONG, ya que no cuenta con personal contratado. Además, tienen 550 socios que realizan aportaciones económicas.

Begoña Cebrián lleva ya 25 años colaborando con Manos Unidas y encara desde 2021 la presidencia por segunda vez tras haber ocupado el cargo hace ya una década. “Me enganché pronto porque siempre me llamó el trabajo de las misiones”, asegura. A día de hoy, a sus 52 años es una de las voluntarias más jóvenes de la organización. “El voluntariado que más funciona aquí es de los 60 años para arriba por ser la edad de jubilación, la gente tiene más tiempo, para los demás es más complicado”, explica. Además, Cebrián valora que “tienen mucha experiencia que aportar y muchos de ellos son jóvenes de espíritu”.

A la hora de animar a los vigueses a colaborar con el trabajo de Manos Unidas en los países en vías de desarrollo asegura que “en esta sociedad estamos mirándonos siempre al ombligo, estos proyectos te abren los ojos a mirar el mundo de forma más amplia y nos demuestran lo afortunados que somos”.

Cebrián considera que este año los vigueses están demostrando especialmente su solidaridad. “Con la guerra en Ucrania vemos que la gente se ha movilizado, al abrirte a otras realidades ves que los habitantes de muchos países africanos también viven este horror y son hombres y mujeres con los mismos derechos que nosotros”, afirma.