Withzack, youtuber vigués con 4 millones de seguidores, estuvo atrapado 50 días en Maldivas por el Covid

El youtuber Marco González (Vigo, 1992), conocido por sus casi cuatro millones de suscriptores como WithZack, vivió los meses de mayor incidencia de la pandemia “en el mejor sitio del mundo, pero no tanto para el confinamiento”. El vigués, ya en casa, reconoce que su regreso fue una auténtica “odisea burocrática”.

¿El inicio de la pandemia no le hizo dudar a la hora de viajar a Maldivas?

Mi pareja y yo nos informamos antes de ir. Salíamos el 9 o 10 de marzo y preguntamos tanto a la agencia de viajes como a la embajada y también nos pusimos en contacto con la OMS. No nos pusieron problema y dijeron que podíamos hacer el viaje. De hecho en aquel momento se podía ir a los países “de riesgo” y luego pasar la cuarentena preventiva a la vuelta. En Maldivas no había casos a principios de marzo y decidimos realizar el viaje.

¿Cómo vivieron el momento en que se paralizó todo por la crisis sanitaria?

Nuestro viaje iba a durar diez días y al tercero de estar en la isla la OMS declaró la pandemia a nivel mundial. Íbamos a volver el 20 de marzo pero un par de días antes se canceló el vuelo. Buscamos, pero todos los viajes se iban cancelando y se cerró todo en Maldivas.

¿La embajada qué les decía?

España no tiene embajada propia en Maldivas, la potestad la tiene la de la India en Nueva Delhi. Al principio nos dijeron que nos quedásemos allí mientras se cancelaban todos los vuelos. Estuvimos en el hotel y nos avisaron que el 31 de marzo lo cerraban. Volvimos a contactar con la embajada y no nos daban solución, solamente que fuésemos a uno de los hoteles disponibles para alojar a turistas que se quedaron tirados en Maldivas. El hotel era en Male, la capital y estábamos cuatro personas, nosotros y otra pareja de Dubai, junto al personal del hotel. A los 15 días nos dijeron que intentásemos buscar algún vuelo para salir de allí.

¿La embajada no les indicó que volasen antes?

Solo decían que nos quedásemos. Rusia, Italia y Estados Unidos fletaron algunos aviones antes, pero con escalas de unas 19 horas de espera en cada aeropuerto. En Male había un vuelo directo a la semana a Catar que se canceló y conseguimos billetes con una compañía italiana: hicimos Maldivas-Vigo con escalas en Dubai, Milán y Madrid.

¿Cómo afectó todo esto a su trabajo como creador de contenido?

Negativamente. La velocidad de internet era muy lenta y no me esperaba esto, iba con lo justo: mi móvil y un ordenador portátil. Era lo único que tenía para grabar y no era sencillo. Subí menos videos de lo habitual, pero ahora voy recuperando el ritmo.

¿Cómo llevaron usted y su pareja el confinamiento en medio del océano Índico?

Lo llevamos bien aunque a veces estábamos un poco hartos (ríe). Estando en el hotel nos pilló el monzón y había muchos mosquitos. Maldivas es un paraíso, el mejor sitio del mundo, pero no tanto cuando se trata del sitio donde pasas el confinamiento (ríe). Al final estábamos allí en un sitio privilegiado, pero no se te quitaba la incertidumbre del cuerpo. Pensábamos en encontrar una forma de volver a casa y también preocupados por nuestras familias y seres queridos.

¿Aprovechó para compartir con sus casi cuatro millones de seguidores su experiencia a más de 9.000 kilómetros de casa?

Compartí mi experiencia en Yotube y también a través de Stories en mi perfil de Instagram. Tengo mi canal principal en Youtube, pero aproveché para abrir un canal secundario para contar cómo estaba viviendo el confinamiento. Mi intención, a pesar de la odisea que fue, era el de entretener. No quería transmitir en ningún momento que me estaba quejando. Mi idea era contar dónde estaba desde el punto de vista de entretener a mis seguidores, no tanto orientado a contar cómo estuvimos tirados en una isla durante tantos días.