Madrugón para ir a las urnas el 23J en Vigo

La jornada electoral más veraniega de la historia de los comicios generales transcurrió con tranquilidad en Vigo. Eso sí, como ocurrió en las autonómicas de 2020, ante la previsión de calor, una gran parte de los electores decidieron acudir a ejercer su derecho a voto provocando colas en varios colegios y logrando, con el 40,66% y 96.023 votos, la mejor participación en la ciudad a las 14 horas.

Así, salvo los pequeños problemas con las colas, que no causaron ninguna incidencia, los colegios electorales vigueses vivieron una jornada tranquila y apacible, a la que incluso ayudó la meteorología con una tarde fresca y nublada en contraste con la mañana, en la que dominaron los cielos despejados.

Tanto es así que pese a las temperaturas suaves, en algunos colegios electorales que se montan en espacios cerrados, como pabellones, los miembros de las mesas lo pasaron mal por el calor y tuvieron que echar mano de botellas de agua y abanicos para refrescarse en las horas centrales del día.

Pero ni el calor ni la fecha inusual para celebrar los comicios pudieron parar a electores como Felisa, que a sus 99 años acudió a depositar su voto en Chapela, consciente de lo importante que era acudir a las urnas.

Entre los momentos curiosos que dejó la jornada electoral en Vigo, una electora –de edad avanzada– en el colegio de Romil rebuscaba entre decenas de papeletas del Partido Popular la del candidato que quería votar: Feijóo. Finalmente, otros electores que estaban por allí aclararon su confusión.

No muy lejos de allí, en la lonja del Concello, estaba una de las mesas más ‘familiares’ de la ciudad, pues marido y mujer coincidieron como presidente y vocal de la misma.

Ya en el plano político, la candidata socialista al Congreso, Carmela Silva, protagonizó otra imagen curiosa al olvidarse de las papeletas teniendo que dar la vuelta para cogerlas en el propio colegio del pabellón de Balaídos.