Una madre de Vigo, obligada a pedir un préstamo para que su hijo no vaya a prisión

Un juicio por unas de las numerosas agresiones de jóvenes en las zonas de ocio nocturno en Vigo destapó ayer el drama que hay detrás de estos enfrentamientos. Además de los graves daños a la víctima, al que le reventaron los dientes de una patada en la cara, la condena a los agresores por un delito de lesiones afectó también a sus familias. Ambos acusados, de poco más de veinte años, reconocieron los hechos ante la sección quinta de la Audiencia y lograron un acuerdo de conformidad que permitió rebajar la pena inicial de tres años de cárcel a los tres meses. Sin embargo, su ingreso en prisión quedó condicionado al pago de la responsabilidad civil que se elevó hasta los 20.000 euros.

El tribunal lo dejó claro, de forma conjunta tendrán que pagar 5.000 euros antes del 20 de julio y durante los doce meses siguientes hacer frente a una cuota mensual de 1.250. Antes de suscribir el acuerdo, se les preguntó si tenían posibilidad de realizar dichos pagos, a lo que uno de ellos afirmó que su madre pedirá un crédito bancario. Se trata de la única opción teniendo en cuenta que uno solo trabaja los fines de semana y otro cuenta con un empleo temporal. Además, durante dos años no podrán cometer delito alguno. De no cumplir ambas condiciones, tendrán que ir a la cárcel para cumplir los tres meses impuestos.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 27 de noviembre del año pasado, en unas escaleras de la Praza da Estrela. Uno de los acusados comenzó una discusión con la víctima por motivos desconocidos propinándole un puñetazo que les hizo caer al suelo. Fue en ese momento, cuando el otro condenado aprovechó para darle una fuerte patada en la boca. Fue ese golpe el que llevó al agredido a perder varias piezas dentales y a someterse a cirugía.