La llegada de los “boomers” al retiro provoca un récord de nuevos jubilados

Las personas que se incorporan a la jubilación este año de forma ordinaria han nacido entre 1958 (con 66 años y 8 meses, porque tienen menos de 38 años y 3 meses de cotización) y 1960 (los que tienen una larga vida laboral cotizando y este año cumplen 65 años). Es la primera gran oleada de jubilaciones de la generación más numerosa de España, los nacidos en el baby-boom, y esto provoca que haya más altas que bajas.

Realmente, en Vigo y la provincia habitualmente hay más altas de jubilados que bajas, según los registros del Instituto Galego de Estatística (IGE), una tendencia que se rompió durante el covid. Esto es, entre 2019 y 2022 hubo más fallecimientos de personas que cobraban una pensión contributiva que altas en el sistema. La normalidad regresó en 2023 y ya en 2024 se superaron las 7.200 personas, con un incremento del 5% con respecto al ejercicio anterior.

A ello se suma otra característica: estas personas que ingresan al sistema cobran un 27% más que las que lo abandonan.

También hay otro dato curioso: en las provincias costeras, tanto la de Pontevedra como la de A Coruña, hay habitualmente más altas que bajas en el sistema de pensiones contributivas, mientras que en las interiores hay habitualmente más bajas. Este dato podría indicar que muchas personas de otras provincias eligen Pontevedra y A Coruña cuando se jubilan para continuar con su vida.

Cada día son 20 las personas que ingresan en el sistema de la Seguridad Social después de retirarse de su actividad laboral, mientras que en 2008 eran 17.

Más pensión

Estos trabajadores, que ahora alcanzan la edad legal de retiro, conforman la cohorte más numerosa de la historia del país. Su llegada masiva al sistema de pensiones ha comenzado a sentirse con fuerza.

Este hito demográfico se enfrenta a un elevado “coste de sustitución”, una brecha que se agranda con cada relevo. Mientras que los jubilados que causaron baja en 2024 tenían una pensión media de 1.103 euros, los que entraron lo hicieron con una prestación notablemente superior, de 1.434 euros de media (1.464 euros ya en los ocho primeros meses de 2025 frente a los 1.150 euros mensuales de los fallecidos este año).

Capítulo aparte son los años del covid. Ahí se ve la auténtica incidencia de la pandemia, porque entre 2019 y 2022 en Vigo y la provincia hubo más bajas de jubilados que altas de personas que empezaban su retiro. En concreto, en esos cuatro años hubo 27.700 personas que fallecieron cobrando una pensión contributiva y 25.900 que se dieron de alta, con un saldo negativo de 1.800 personas.