Lista de espera en las ONG viguesas ante la avalancha de peticiones de ayuda

La llegada de inmigrantes desborda a las asociaciones por la demanda sobre todo de alimentación y comida, por lo que tardan hasta mes y medio en atenderlos

Voluntarios de Vida Digna, entregando ayuda durante esta semana, ahora en grupos reducidos, evitando colas.
Voluntarios de Vida Digna, entregando ayuda durante esta semana, ahora en grupos reducidos, evitando colas.

La pobreza aprieta y con fuerza. Lo saben bien las organizaciones que trabajan directamente con la gente que pide ayuda, las que están en primera línea, como Vida Digna o Caritas, cada una de ellas en una trinchera. Como es el caso de Vida Digna, que en estos momentos, según sus cálculos, atiende el máximo de personas nunca antes alcanzado, unas 3.500 personas, la mayoría extranjeros, “especialmente de Venezuela y Colombia, ha habido una auténtica avalancha”, señala Ricardo Misa, responsable de la ONG.

Vida Digna acaba de realizar una campaña por su cuenta para conseguir leche que se ha saldado con éxito y se ha convertido en tres palés completos llenos para su distribución. Porque en su caso, no reciben ayuda de Banco de Alimentos, lo que no acaba de explicarse el propio Misa. “Lo he intentado muchas veces, pero no ha habido forma, nos dicen que ya hacemos nuestras campañas, y es así precisamente porque no tenemos apoyo de Banco”, asegura. Lo cierto es que Vida Digna mantiene sus repartos de comida tres veces a la semana en su sede la calle Brasil, gracias a los voluntarios que colaboran, y además presta otros servicios como enseñanza de español, farmacia, ropero y otros. En cambio, no ha podido reanudar el comedor del fin de semana en Teis, aunque Misa no tira la toalla y confía alcanzar algún acuerdo con el Concello para su financiación. Lo que sí ve claro es que el repunte de la gente necesitada, en cifras máximas, que vincula con el incremento espectacular de la inmigración extranjera -reflejado en las estadísticas municipales. Vigo pasó en apenas cinco años de 15.000 a 23.000 extranjeros censados, sobre todo en los dos últimos ejercicios por la llegada de miles de personas, incluso familias enteras, desde Sudamérica, con la crisis eterna de Venezuela, a la que también se ha unido Colombia. “A esta gente hay que ayudarla en todo”, explica desde la sede Vida Digna, que hace tres repartos de comida y ropa a la semana, lunes, miércoles y viernes, con un amplio horario de 10 a 13,30 horas para evitar las largas colas que se formaban en el pasado. Según sus cálculos, aproximadamente el 65 por ciento de todos los usuarios de su ONG son extranjeros, cada vez mayor proporción. Una avalancha de necesidad que tiene un tope por parte de la entidad. “Nos vemos en la necesidad de hacer una lista de espera porque no damos abasto para todos, es la realidad, aunque sea triste”, señala.

La misma opinión tiene Gonzalo Davila, responsable de Caritas en Tui-Vigo, la ONG de la Iglesia. Coincide con Ricardo Misa prácticamente al 100 por cien en sus conclusiones, y si bien Cáritas no tiene comedor, sí reparte ayudas para dar comidas. El pasado año dio ayudas a unas 4.500 personas y en este 2023 serán más con toda seguridad. “Nos pasa lo mismo, estamos con lista de espera de casi un mes y medio, la mayoría son extranjeros que acaban de llegar y necesitan todo, para alquiler y alimentación, que es lo básico, también hay ayudas para arreglar papeles y farmacia, que en cuantías son menores”.

En Cáritas al menos la mitad de demandantes es extranjera

En Cáritas, Gonzalo Davila destaca que desde hace un tiempo están “a tope” en la organización, que dispone de trabajadores sociales y voluntarios para hacer frente a una demanda en constante crecimiento, sobre todo ahora con la inmigración del exterior de España, que ha crecido de forma exponencial. “La gente que viene hay que atenderla, las condiciones de vida son muy malas, las posibilidades nuestras son limitadas y es un problema para poder dar respuesta a todos. Cuando viene aquí (a Cáritas) una familia, una primera atención de emergencia hay que darla y seguimiento, ayudarles en todo el ser de la persona. Todos los días viene gente nueva y más del 50 por ciento son extranjeros", señala.

Resumen semanal: domingo 12 de marzo

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