La línea del tren entre Vigo y Ourense por el río Miño languidece
Transporte
En los últimos 12 meses cayó un 2% su afluencia y se sitúa entre las menos utilizadas a nivel nacional; la alta velocidad Vigo-Madrid subió solo un 7%
La línea que conecta Vigo y Ourense por el Miño pierde fuelle en 2024. Según un estudio de Adif, en agosto de 2024 el eje ferroviario Venta de Baños-Vigo, en el cual pertenece, perdió un 2% de su afluencia en los últimos doce meses. Puede que el porcentaje parezca pequeño, pero con ello cae hasta la última posición en las conexiones de tren que no son de alta velocidad. A finales de 2023 registró un pequeño incremento (0,7%) que lo situó como el segundo eje más utilizado. Sin embargo, en 2024 su presencia ha sido testimonial, mientras que los demás ejes de importancia suben. Madrid-Córdoba-Cádiz subió un 2,5%, mientras que el Madrid-Valencia se elevó hasta el 8,7%. El acumulado de agosto de 2023 registró 8.172 en miles de trenes por kilómetro, medida equivalente a la utilización de la vía ferroviaria por un tren a lo largo de un kilómetro. Doce meses después, la cifra bajó hasta los 7.999. Muy lejos de la línea Madrid-Barcelona (25.524) o de Madrid-Valencia (12.008).
Todo ello sin modificaciones en los servicios. Y es que desde la pandemia, donde se redujo a la mitad las frecuencias, no se han vuelto a recuperar con el paso del tiempo. Esto hace que sean 28 los trenes semanales (cuatro al día, dos por cada sentido) que transcurran por la línea do Miño: El Alvia Vigo-Barcelona que sale a las 7:20 horas de Vigo-Guixar y el Regional Express de las 14:10 horas, que recorre todos los pueblos cercanos al río y finaliza en Ponferrada. Una odisea, en la primera ruta, que se alarga algo más de 16 horas.
El nuevo eje de alta velocidad Galicia-Madrid, ampliado a Vigo y A Coruña el pasado 21 de mayo, presentó un aumento del 7,5% en su afluencia. Un leve incremento teniendo en cuenta la puesta en marcha de una veintena de frecuencias semanales en ambas direcciones. Además, no alcanza a los otros ejes rápidos que salen desde Madrid y conecta con las grandes ciudades de España. El Madrid-Barcelona casi triplica su afluencia (16.649 frente a 6.036 en miles de trenes por kilómetro), al igual que el Madrid-Andalucía (15.637). En noviembre se suman más trenes AVE en sustitución de los Alvia, lo que presumiblemente hará mejorar las cifras.
Retraso en la modernización y un corte de ocho meses
Desde Adif han apuntado a la línea do Miño como un eje a modernizar para incrustarse en el corredor Atlántico y en la salida sur. Sin embargo, esa puesta a punto se encuentra todavía en fase incipiente. El tramo Ourense-Monforte de Lemos lleva en obras desde noviembre del año 2022. Lo que en un principio fue una actuación de entre 8-10 meses, todavía sigue en marcha y pese a que apuntaron a septiembre como su final, a finales de octubre todavía no se ha finalizado. La reparación de un muro, situado en un terraplén entre Santo Estevo do Sil y Os Peares, fue el causante del retraso.
Esto encadena una nueva demora en la actuación en el tramo entre Vigo y Ourense. Implicará la adaptación de la vía entre Vigo-Guixar y la frontera portuguesa al nuevo tendido de catenaria para 25.000 voltios y que se implementará con el objetivo de unificar el sistema de tensión de ese tramo de la línea do Miño al que existe en Portugal, el mismo de las líneas españolas de alta velocidad y del corredor atlántico. De momento, la obra ni siquiera está en fase de licitación, cuando se apuntaba que comenzaría en el tercer trimestre de este año.
Una vez se ponga en marcha la modernización del tramo Vigo-Ourense, el servicio ferroviario entre ambas ciudades estará cortado al tráfico. El ‘modus operandi’ para trasladar viajeros será el mismo que se lleva implantando entre Ourense y Monforte de Lemos desde finales de 2022: un autobús por carretera.
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