De leche a camisas o cerveza “made in Vigo”
Refrey, Cruz Blanca, Skol, Larsa, Sabú o La Pitusa son marcas que aún suenan a muchos vigueses, pero que desaparecieron con los nuevos tiempos
La industria de Vigo ha cambiado mucho en el último siglo. Hay sectores que han mantenido sus empresas y otras que se han extinguido por muchas razones, unas por falta de sucesión, otras porque la sucesión les llevó a la venta o las que no encontraron mercado. El Vigo industrial ha tenido fábricas de leche, de latas, de pan, de camisas, de cerveza, de chocolate y turrón, de gaseosas o de vino de Oporto, por citar algunos ejemplos que ilustran este reportaje con imágenes del Archivo Pacheco del Concello de Vigo. Hubo muchas más.
Refrey
La historia industrial de Bouzas no se puede entender sin los Freire, con Paulino Freire Piñeiro a la cabeza. La familia tiene muchos descendientes emprendedores como Manuel Ramón Freire Gestoso que en 1943 funda una fábrica de máquinas de coser Refrey, que es el apellido Freire al revés. Fue todo un referente y la empresa dio trabajo a más de 500 personas. Hizo que la máquina de coser entrara en los hogares. En 1992 cesó la actividad tras una gran crisis.
La Cruz Blanca
En 1989 cerró la fábrica de A Barxa, que llegó a ser líder en España con sus míticas marcas La Cruz Blanca y Skol, ambas con gran éxito. En 1925 Cervezas de Santander puso sus ojos en Vigo y encargó un proyecto de edificio al arquitecto vigués Manuel Gómez Román. Hoy en ese solar están las torres del Círculo de Empresarios, en García Barbón.
Bodegas Bandeira
El personal del Cable Inglés tuvo una importante influencia en las costumbres de parte de la sociedad viguesa e introdujeron bebidas como el vino de Oporto o la cerveza. El proveedor de vino de Oporto fue un señor de origen portugués llamado Antonio Bandeira, que tenía un establecimiento abierto muy cerca del edificio Bárcena (hoy centro social Afundación), donde se encontraban las oficinas del Cable Inglés. Bandeira construiría años más tarde un gran edificio como sede de sus bodegas en el barrio de O Calvario, que permanecería abierto hasta los años 80. Hoy es un centro comercial.
La Industriosa
Antonio Sanjurjo Badía nació en Sada y su familia tenía un taller de fundición. Emigró a Cuba y al volver a Vigo monta un pequeño taller de fundición en el Arenal. Se queda pequeño y en 1880 se traslada a García Barbón. La Industriosa compraba acero y lo transformaba en todo tipo de piezas, desde maquinaria hasta útiles de cocina. Para construcción fabricaba chimeneas, barandillas, balcones, ventanas o puertas, así como cocinas de leña, pucheros y cazuelas. Fabricó la campana mayor de la Concatedral. También para la industria conservera. Sanjurjo Badía es además el autor del submarino que construyó para la guerra de Cuba y que se conserva en el Museo del Mar.
Leche Larsa
Larsa es hoy una empresa integrada en CAPSA (Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A.- Central Lechera Asturiana). El comienzo se remonta a 1933, cuando los hermanos Rodríguez López ponen en marcha la Granja Arjeriz en Chantada. A principios de los años 40 deciden poner en marcha la Central Lechera de Vigo. La factoría estaba en pleno centro, en un bajo de la calle Lóriga. En 1964 se pone en marcha la Central Lechera de Balaídos, en una gran parcela y se traslada también la sede central, a la calle Manuel de Castro. Tras años de éxito, con la entrada en la UE de España y las cuotas lácteas la empresa no sería capaz de sostener su estructura de gastos con las nuevas restricciones de ingresos.
Chocolates Sabú
Chocolates Sabú es la única marca que sobrevivió del imperio fundado en 1940 por José Alonso, Pepín, que también aglutinaba a La Perfección y Viso. Ahora, Sabú se fabrica en la planta de Trapa en San Isidro de Dueñas, en desde el 2013. Primero estuvo en el centro de la ciudad, aunque pocos años después se trasladó a Sárdoma. En 1998 suspende pagos y cierra en 1999.
Gaseosas
La gaseosa fue una industria pujante predecesora de los refrescos. En Vigo hubo una docena de marcas históricas como Arca, Troncoso, Feijoo, Revoltosa, Estévez, Mimosa, Franco y, sobre todo, La Pitusa, con su popular emblema de una niña con trenzas, allá por 1956. Hubo niñas de Vigo que terminaron por llamarse Pitusa.
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