A Lama reorganiza turnos de funcionarios y blinda el centro penitenciario
VIGO
nnn La cárcel de A Lama vive la cuarentena con relativa calma, según explican desde diferentes centrales sindicales. El único problema que preocupaba a los sindicatos era el cambio de turnos de los funcionarios, una rotación que al parecer, y según denunciaban, podría "no ser la más adecuada, ya que en uno de los horarios coincidían dos turnos", con el consiguiente riesgo de contagio.
Esta situación, según las fuentes sindicales consultadas, se estaría intentando resolver "con la reorganización de los turnos con el objetivo de reducir al mínimo los contactos entre funcionarios". El objetivo de estos cambios es "evitar los contagios y mantener la plantilla de funcionarios".
Por su parte, los contactos de los internos con el exterior se han suspendido desde hace una semana, momento en el que se suspendieron las visitas a través de los locutorios. El objetivo de estas medidas excepcionales es aislar al máximo a los presos, que en la actualidad ascienden a 1.118, de los que 1.043 son hombres y 75 mujeres, según confirmaron a este periódico fuentes de Instituciones Penitenciaras. Paradójicamente, esta es una de las épocas con menor número de internos en el centro penitenciario, que llegó a casi duplicar el número de personas recluidas entre sus muros.
Por el momento, y según confirman las mismas fuentes, "los internos están siendo pacientes" y para facilitar el contacto con sus familiares, se les permite hablar durante más tiempo y de forma más continuada por teléfono.
En las instalaciones del CIS de Vigo la situación es aún más tranquila. Desde hace una semana, los presos en tercer grado ya no regresan a domir "y se encuentran en sus casas" bajo vigilancia de medios telemáticos. En estos momentos hay unas 80 personas en estas circunstancias. n
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