Laicos ex miguelianos niegan que la orden fuera una secta
vigo
Varias familias que formaron parte de la Orden y Mandato de San Miguel salen en defensa del fundador y relatan las humillaciones y el acoso sufrido estos años
n n n Tras la primera aparición pública de las ex consagradas miguelianas, ayer fue un grupo de laicos, antiguos miembros de la orden, quienes dieron la cara para defender su experiencia dentro de la asociación y el papel del fundador, Miguel Rosendo, al que definieron como un hombre “bueno, humilde e inocente”.
Rosendo lleva más de tres años en prisión preventiva procesado por más de una veintena de delitos de carácter sexual, además de blanqueo de capitales, fraude y organización criminal.
Los laicos hicieron público un comunicado en el que negaron que la asociación fuera una secta pero que ese ‘sambenito’ les ha hecho sufrir momentos de “acoso y discriminación”, poniendo en riesgo sus puestos de trabajo. Afirmaron que durante estos años han vivido situaciones de “humillación pública” incluso sus propios hijos durante una clase de religión en el colegio y en una iglesia durante una eucaristía, hechos que fueron denunciados.
Al igual que ya hicieran las consagradas, estos exmiembros defendieron a Miguel Rosendo y tildaron de “falsas” las acusaciones vertidas por los matrimonios que denunciaron los hechos.
“Nunca estuvimos sometidos, ni abducidos. Al contrario, pertenecer a la Orden y Mandato de San Miguel fue una de las cosas más maravillosas de nuestra vida y Miguel nos enseñó valores humanos como la generosidad, la alegría o la hermandad”, afirmó Francisco Javier Martínez.
Por su parte, José Antonio Fernández, que nunca perteneció a la asociación pero que es amigo de Miguel Rosendo desde hace más de 25 años, afirmó que es un hombre que “vive por y para los demás. Él sí sabe lo que significa amar y que él esté en la cárcel nos hace peores”.
Por su parte, Carmen López explicó que ella y su marido salieron de Galicia para trasladarse a Salamanca donde sirven en una comunidad de vida contemplativa. Afirmó que ellos se dieron de baja de Orden y Mandato por “amor a la verdad”. Negó, como el resto de los presentes, haber vivido jamás los hechos que le atribuyen a Miguel y a la asociación. “Actuamos siempre con libertad”, señaló.
“Jamás Miguel nos pidió dinero”, añadió Darío Comesaña.n
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