La jueza ve hasta seis delitos de abusos sexuales de un sacerdote de un colegio de Vigo

El cura salesiano del Colegio Don Bosco de Vigo detenido en verano de 2019 por presuntos tocamientos a alumnos durante un campamento en Cambados, podría enfrentarse a un total de seis delitos de abusos sexuales a menores de 16 años, tres de ellos continuados.

El juzgado de Instrucción 4 de Cambados, tras finalizar la investigación, entiende que hay “indicios” de criminalidad en la actuación de Segundo C., de 40 años, sacerdote y profesor del colegio vigués. Afirma, en el auto dictado ayer, que “existen indicios de que el religioso obrando con la finalidad de satisfacer su apetito sexual y de vulnerar la libertad e indemnidad sexuales de personas menores de 16 años que tenía a su cargo por razón de su ministerio, profesión y cargo, y, prevaliéndose de una situación de superioridad jerárquica derivada del hecho de ser sacerdote del colegio de los menores, profesor en el mismo y director del campamento juvenil, llevó a cabo actos libidinosos” sobre seis víctimas.

Los hechos que se relatan en el auto judicial van más allá del campamento de Cambados donde los alumnos rompieron su silencio. Así, se incluyen otros episodios anteriores, uno en el mes de abril, durante una peregrinación organizada por el colegio para hacer el Camino de Santiago y otro en el mes de junio en las propias dependencias de la asociación Abertal, del colegio, mientras el investigado veía un partido de fútbol con los menores.

La conclusión a la que llega el juzgado tras más de un año de investigación es que los hechos denunciados resultan indiciariamente acreditados a través de los de los documentos recabados y principalmente por las declaraciones de los menores, todos de 15 años, a los que se les aporta especial relevancia. Dichos testimonios son los aportados por las propias víctimas y también por otros menores que fueron testigos de los hechos, a los que se suman los informes periciales del Imelga y del gabinete psicológico que les trata.

De esta forma se abre la fase para un próximo juicio a la espera de la calificación de las partes personadas.