Así era Judith, la mujer hallada muerta en O Porriño: una madre soltera en riesgo de exclusión
El último domicilio conocido de Judith estaba en la calle Redomeira, en una vivienda compartida en la que residía como okupa, ya que su perfil era el de una mujer en riesgo de exclusión y en una situación especialmente vulnerable. Con 37 años era una madre soltera que se trasladó de Ourense a Vigo en busca de una vida mejor, pero no tuvo suerte. Sufrió malos tratos por parte de sus parejas anteriores y, pese a su eterna sonrisa, atravesó serias dificultades que le llevaron al consumo y a tener que sufrir la violencia machista del ejercicio de la prostitución para ganarse la vida. Su hija, que al parecer reside con los abuelos, era su mayor alegría y así lo mostraba en redes sociales.
Antes de mudarse al último domicilio conocido en Redomeira estuvo en un inmueble de la calle Aragón y también en Beiramar. “La conocía de andar por aquí”, explicaba ayer un hostelero, “venía a comprar tabaco y poco más”.
Quienes sí llegaron a vivir con ella explicaban que últimamente residía con una pareja, con la que había tenido varios incidentes, pero que hacía casi una semana que no la veían. Fuentes policiales confirmaron que no había ninguna denuncia por desaparición.
Judith era una víctima de la marginalidad y pobreza, introducida por las circunstancias en una espiral de supervivencia de la que por desgracia no pudo salir.
No es la única. En el entorno donde residía, son varias las personas que habitan en viviendas cerradas o vacías en condiciones mínimas, algunas, desde hace años, a pesar de ganarse la vida como pueden, desde hacer chapuzas hasta vender poesías.
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