Juan Cadabón Gutiérrez:'mejoré algunos programas informáticos para la Once que están siendo usados'

Juan Cadabón Gutiérrez, que el 5 de diciembre cumplirá 18 años, es ese joven, ciego de nacimiento, con una mente privilegiada para los programas informáticos y un buen oído para la música, que sus manos crean cuando se sienta al piano, que aprendió a tocar en el Conservatorio de Cangas. Tiene dos hermanos, de 10 y 7 años, que 'están más a su bola', y una madre que le adora, Salomé, que está al frente de la casa de turismo rural 'A Bouziña'.

¿En que colegios cursó estudios? La primaria en el colegio público de Hío, y secundaria en el Instituto María Soliño, también de Cangas. De los dos centros estoy muy contento, no tuve problema alguno, me trataron bien y tuve toda la ayuda que necesité.

En el María Soliño fue el mejor en el exámen de selectividad... Parece que sí, hice lo que pude, siempre logre buenas notas, y me dieron la matrícula de honor, la primera de mi carrera.

Tu pasión es la informática... Sí, desde que tengo ordenador, que es un ordenador normal con la diferencia de un programa que me dio la Once.

¿Tienes muchos amigos? No tengo muchos, pero con los que tengo me entiendo bien, sobre todo a través de ordenador, que el principal medio de comunicación que tenemos. No le dedico muchas horas, pero cuando me conecto hablo con todos, que también tengo en el resto de España.

¿Cuáles son tus hobbys? La informática y el piano, además de la playa y escuchar música de todo tipo, sobre todo la de discoteca, como la de Lady Gaga, pero al piano prefiero la clásica.

Su nuevo reto es la Facultad de Informática de Ourense... Voy para allá esperando seguir sacando buenas notas, aunque la Once trató de que fuera por Letras porque en Ciencias no está todo bien adaptado y les costó aceptar mi decisión, pero no me veo en otra cosa que no sea informática.

¿Qué te gustaría hacer al terminar la carrera? Dedicarme a programar en informática, programas que sirvan para todo, porque en mi caso con el programa que me va leyendo las cosas compruebo que muchos no funcionan, que no están bien adaptados y accesibles para invidentes. Algo ya tengo experimentado y lo cierto es que tuvo buenos resultados, como otros pudieron también comprobar a través de la ONCE, a la que se lo envié y lo publicitaron.