La joven de Vigo quemada por su expareja en Valadares sale del coma un mes después

La violencia de género no da tregua en Vigo, donde cada día se registran más de dos denuncias de mujeres contra sus parejas o exparejas. Aunque el número de víctimas en el primer semestre del año se redujo respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, pasando de las 520 contabilizadas a las 389, los casos registrados son especialmente graves.

El más reciente ocurrió hace un mes en la parroquia de Valadares, donde una joven fue quemada por su expareja quien presuntamente la roció con gasolina y le prendió fuego a las puertas de su vivienda. Treinta días después, Yohanna ha conseguido despertar del coma inducido por sus graves lesiones. Fue hace solo dos días, explicaba su familia, cuando se produjo el cambio que le ha permitido estar “hablar y estar consciente”.

La brutal agresión puso en serio riesgo la vida de esta viguesa a la que todavía le espera una larguísima recuperación, por lo que sus allegados todavía se muestran cautos aunque muy esperanzados tras la mejoría.

Su siguiente paso será luchar por que se “haga justicia”. Para ello, ya se han personado como acusación particular en la causa que se sigue ante el juzgado de Violencia sobre la Mujer contra la expareja, en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos y a la que la propia Yohanna, después de conseguir con una manguera sofocar las llamas de su cuerpo, llegó a delatar con nombres y apellidos antes de ingresar muy grave en el hospital.

Como Yohanna otras 104 mujeres en los primeros seis meses del año pidieron protección al juzgado al sentir su vida o su integridad física amenazada por sus presuntos agresores.

De la gravedad de dichas amenazas dan fe el número de medidas adoptadas en el último trimestre. Mientras de abril a junio de 2023, solicitaron protección 61 mujeres y solo se les concedió a 31, en el mismo periodo de este año, de las 52 solicitudes, el juzgado atendió favorablemente 45. El principal problema para que las denuncias sigan adelante sigue estando en poder probar la situación de maltrato, que en muchas ocasiones no deja huella física. El 68% acabó por archivarse por no quedar acreditada la perpetración del delito.