Javier Santalices: “La única manera de escribir música es a través de la poesía”

“Mala letra en mi libreta” es el poemario con el que Javier Santalices debuta en el mundo de la literatura. Profesor en Don Bosco y músico, visitó el set de Atlántico TV para hablar de su nueva aventura.

En el libro comparte sentimientos, sensaciones. ¿Abre su intimidad?

Es una especie de batidora emocional que empecé a escribir hace mucho tempo y casi sin querer apareció en papel. Representa quien era yo hace 20 años y quien soy yo ahora. 

¿Muestra su evolución?

Más que una evolución, son dos visiones, porque falta el camino del medio. Lo empecé a escribir hace mucho tiempo y pare. Estuve unos 15 años sin escribir y ahora surgió la oportunidad de publicarlo y me puse a escribir otra vez muchísimo. 

¿Cómo cambió su poesía? 

El cambio fue muy grande. Ahora me siento un poco más frío, aún no cogí la carrerilla. Antes era más visceral, plasmaba lo que me salía, casi sin revisar y así quedaba. Ahora intento pararme un poco más. Soy un pelín obsesivo, entonces me gusta encontrar la palabra clave. En ese sentido cambié. 

Muchos de los poemas van dirigidos a una segunda persona. ¿Alguien concreto? 

Es una persona concreta, la que está leyendo el libro. Las cosas que están aquí son cosas que nos pasan a todos en mayor o en menor medida. Non hay nada especial, ni muy exótico. Es el día a día de cualquier persona. Espero que el lector se identifique en algún texto.

¿Qué significa para usted escribir? 

Es un desahogo absoluto. Me acuerdo perfectamente de lo que escribí la primera vez. No lo pienso decir en alto, pero después de hacerlo me quedé relajado, como se me hubiese quitado 20 kilos encima. Ahora sigue siendo igual, aunque no tengo tanto estrés. 

¿Mejor poesía que narrativa? 

Me resulta más fácil. Una novela me parece un universo muy complicado y meritorio. A mí me gusta este sudoku, encontrar la idea dentro de esas cuatro líneas. Me siento más cómodo. 

¿Y cómo le gustaría que se leyesen sus versos? 

La primera vez que leí poesía fue en la escuela, un libro de lectura obligatoria. Era el Romancero Gitano de Lorca. A mis compañeros de clase les parecía un rollo y yo me lo leí 80 veces. La primera vez fue una lectura rápida, por disfrutarlo y luego, una más calmada porque en el caso de Lorca hay mucho que buscar, el significado de las cosas. Me gustaría que quien leyese esto, también o hiciese así, que le pegase una lectura rápida y luego se parase a analizar. 

¿Hay en todo un mensaje?

En todo intenta haber un mensaje. A veces más visible, más obvio, otras más rebuscado. 

Y la presentación va a ser toda un espectáculo cultural.

Será este sábado a las seis en Sargadelos. Cuento con dos genios, a los que lié y me dijeron que sí. Yo soy primero músico, me dedico también a la docencia y canto en un coro. Me acompaña un pianista maravilloso que es David Barros, que musicalizará los poemas. Se unirá Tamara Barrasa, compañera mía en el cole, de la que de repente descubrí que pinta y hace ocho mil cosas. Como se apunta a un bombardeo, la idea es que hagamos un espectáculo músico, poético, artístico y que Tamara pinte en directo un cuadro mientras recito con acompañamiento musical. 

¿Cuánto tiene la música de poesía?

Creo que la única manera que existe en el mundo de escribir música es a través de la poesía. Se pueden escribir las notas, pero nada más.

¿Qué tipo de música sería su poesía? 

Contemporánea, sería música contemporánea sin duda. No vas a encontrar un libro de sonetos, ni nada de eso. Puedo escribir cosas con estructura y me gusta investigar los tipos de poesías de cada momento, pero muchos versos van en estilo libre.