Unos investigadores hallan una enzima para crear biodiésel
Miembros de la Universidad de Vigo descubren la lipasa, que se puede emplear para producir biodiésel y medicamentos y ultiman la venta de la patente.
Un grupo de investigadores de la Universidade de Vigo identificó una enzima proteína que cataliza reacciones químicas útil para la producción de biodiesel y medicamentos como el ibuprofeno o el tratamiento del alzheimer, aplicaciones que estudian en estos momentos. El coordinador de los trabajos, el profesor de Química Analítica y Alimentaria de la facultad de Ciencias del campus de Ourense, Lorenzo Pastrana, ultima ahora la venta de la licencia de la patente de la lipasa denominación de la clase de enzima descubierta a una empresa química. Pastrana vio factible que en seis años la patente tenga resultados comerciales, en la explotación de esta fórmula como vía para producir una energía limpia a partir, por ejemplo, del aceite de girasol. Actualmente, el biodiésel se obtiene a través de productos químicos que generan residuos. El hallazgo de la universidad tiene su origen, concretamente, en una bacteria que puede nacer y desarrollarse en aguas a temperaturas tan altas que tiene la rarísima habilidad de producir enzimas extremofílicas, es decir, proteínas capaces de actuar en condiciones ambientales severas, según explicó Pastrana. Este microorganismo un bicho, como lo calificó el especialista en química puede crecer hasta a 100 grados centígrados y se encuentra, por ejemplo, en el agua de As Burgas, un manantial de aguas termales de la provincia ourensana. Según destacó, la lipasa es el supermán de las enzimas, ya que puede actuar y, de hecho, funciona, donde otras cascan. Su objetivo es catalizar reacciones químicas y la característica que la distingue de otras enzimas es que es más respetuosa medioambientalmente, resaltó.
Un mecanismo similar al detergente
La producción de biodiesel a partir de lipasas sigue un mecanismo similar al de los detergentes en la limpieza, que lo que hacen es romper la unión del ácido y la glicerina, señaló el responsable de la investigación. De esta forma, el ácido graso es arrastrable y pasa al agua, mientras la grasa se solubiliza. Para lograr el biodiésel, se hace lo mismo, detalló Pastrana, pero en el momento de romper la unión sustituye la glicerina por metanol. Este aporte de alcohol es el que consigue que la reacción de lugar al biocombustible. La posibilidad de utilizar la lipasa para la producción limpia de biodiesel o medicamentos es la que llevó a los investigadores de Vigo a interesarse por la clonación del gen del microorganismo. Por otra parte, indicó que en la en elaboración de los medicamentos hay elementos que son como las manos. A través de esta imagen, explicó que una mano y otra no se pueden superponer, porque hay parte derecha e izquierda, lo que implica que los dedos pulgares se alternan a un lado y al otro. A determinadas moléculas les pasa igual y estas enzimas valen para separar las manos izquierdas de las derechas, algo muy necesario porque la derecha suele ser activa médicamente y la otra no, subrayó.
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