La inmigración suple la falta de mano de obra pero la burocracia frena el empleo

El número de trabajadores extranjeros se duplicó, aunque las empresas siguen encontrando trabas para contratar

El sector de la construcción recibe cada vez más trabajadores extranjeros.
El sector de la construcción recibe cada vez más trabajadores extranjeros. | Jorge Santomé

El número de trabajadores inmigrantes casi se duplicó en Vigo y su área en los últimos cinco años, con más de 23.000 extranjeros dados de alta en la Seguridad Social, una cifra necesaria para cubrir una creciente escasez de mano de obra. Sin embargo, tanto patronales como organizaciones sociales advierten de que las trabas administrativas y legales están dificultando la incorporación de muchas personas dispuestas a trabajar, al tiempo que frenan las contrataciones por parte de las empresas.

El déficit de trabajadores afecta a sectores clave en Vigo como la hostelería, la construcción, el transporte, el comercio o la pesca. Las patronales coinciden en que parte de la solución viene del exterior, pero señalan que los tiempos de tramitación y la inseguridad jurídica condicionan tanto a empleadores como a potenciales empleados.

“Tenemos un déficit importante de profesionales”, advierte Miguel Caruncho, presidente de la Asociación de Constructores de la provincia (ACP). Asegura que, aunque el sector dispone de una estructura de formación propia, sigue sin ser suficiente para cubrir las bajas por jubilación ni la demanda generada por el repunte de la actividad. “Con la legislación vigente es complicado incorporar a personal extracomunitario. Los trámites pueden durar entre cuatro y cinco meses, y eso ralentiza mucho la incorporación”, explica.

Una situación similar describe Ramón Alonso, presidente de la Federación Gallega de Transportistas. “La incertidumbre es total, nos ayudaría que se agilizaran los trámites. Hay casos de trabajadores con puesto fijo, pero que viene la administración y nos dice que ya no pueden estar”, afirma.

Desde la Federación de Comerciantes de la provincia también señalan que cada vez más extranjeros deciden emprender y abrir negocios en la ciudad, en un sector con grandes dificultades para lograr el relevo generacional.

Según los últimos datos oficiales, en Galicia se concedieron 7.334 permisos de trabajo a personas extranjeras en 2023, la cifra más alta desde que hay registros, 2.020 de ellos en Vigo y la provincia. La mayoría de estos trabajadores están afiliados al régimen general de la Seguridad Social, especialmente en hostelería (25%), comercio (18%), industria (14%) y construcción (11%).

“Nunca hubo tanta gente trabajando en el turismo, pero es insuficiente”

En el caso del sector turístico y hostelero, el impacto es más acusado en las campañas estivales. “Nunca hubo tanta gente trabajando en el sector, pero sigue siendo insuficiente”, afirma César Sánchez Ballesteros, presidente de Feprotur. Según sus datos, cada verano faltan unos 6.000 trabajadores en la provincia. El crecimiento del sector y la falta de relevo generacional explican esa escasez. Reconoce la incorporación de trabajadores inmigrantes, sobre todo procedentes de América Latina, pero afirma que Galicia no recibió aún los flujos migratorios que sí llegaron a otras comunidades.

En la pesca, un sector en el que es habitual que parte de las tripulaciones sean extranjeras, también preocupa la falta de relevo generacional. “Estamos preocupados por quién irá de marineros en los próximos años”, señala Javier Touza, presidente de ARVI. La flota gallega, con una edad media superior a los 30 años, necesita renovarse para atraer a las nuevas generaciones. “Queremos hacer el trabajo atractivo para la gente joven, con barcos más seguros, ecoeficientes y tecnológicamente avanzados. Pero sin apoyo ni financiación, no será posible”.

“Las empresas no pueden esperar meses por el visto bueno”

Aunque los empresarios coinciden en la necesidad de facilitar la llegada de trabajadores extranjeros, muchas personas migrantes se enfrentan a dificultades para incorporarse legalmente al mercado laboral. “Si no tienes permiso de trabajo, lo que hay son trabajos muy precarios, sobre todo para las mujeres en el sector de los cuidados”, explica Esther Lora, abogada de SOS Racismo.

El requisito de haber residido en España al menos dos años para poder solicitar el permiso con un contrato laboral sigue siendo uno de los principales obstáculos y luego los trámites son lentos para que los contraten. “Las empresas no pueden esperar tres meses a que Extranjería dé el visto bueno. Mientras tanto, la gente trabaja de forma irregular”, añade.

Lora subraya además que, incluso con permiso, las condiciones no son siempre igualitarias. “Hay comentarios, prejuicios, actitudes distintas por el acento o la apariencia. Y además, si un trabajador extranjero no ha cotizado lo suficiente, puede perder el permiso al renovar. Eso obliga a aceptar trabajos precarios para no perder el derecho a quedarse”.

Contenido patrocinado

stats