Las Industrias Culturales y Creativas, una vía para Vigo
En marcha una iniciativa, ICC Hackathon, para dar una oportunidad estratégica para la ciudad y recuperar su ADN
En la economía actual, el talento creativo se ha convertido en uno de los activos más valiosos para las ciudades. Las Industrias Culturales y Creativas (ICC) -que incluyen música, diseño, cine, artes visuales, moda, videojuegos y más- son motores de innovación, empleo y desarrollo económico. Y Vigo, con su rica tradición cultural y su potencial urbano, tiene en las ICC una gran oportunidad para crecer y destacar en el mapa global. En este contexto, surge el Vigo ICC Hackathon, una iniciativa impulsada por la Agencia La Décima Planta, seleccionada por el Ministerio de Cultura en su convocatoria de ayudas 2024, y que cuenta con la colaboración del Concello de Vigo, Afundación, y el patrocinio de la Zona Franca, así como Atlántico y La Región como medios oficiales. Este proyecto plantea un desafío a creativas y creativos dispuestos a compartir ideas disruptivas para potenciar las ICC en la ciudad. Concebido como un espacio de innovación, busca recoger propuestas frescas y originales que puedan convertirse en motores de cambio y desarrollo, conectando el talento local con nuevas oportunidades para el futuro de Vigo, explica Juan Rivas, promotor de la iniciativa. Un equipo de profesionales de la innovación y expertos en distintas áreas de las ICC acompañarán en el proceso de mentorización para la elaboración de las presentaciones de proyectos en este concurso, que contará con premios de hasta 1.500 euros para el primer lugar.
Recuerda que Vigo ya fue pionera en las ICC durante los años 80 y primeros 90. La ciudad, a pesar de su aparente aislamiento, fue cuna de grandes talentos en sectores como la moda, la publicidad o la música. Marcas como Daquino, de Gene Cabaleiro, y la diseñadora María Moreira marcaron un antes y un después en la moda gallega, alcanzando grandes hitos a nivel nacional e internacional.
Entre los grandes impulsores de esta época dorada destaca el publicista y visionario Luis Carballo Taboada, ourensano residente en Vigo, y uno de los personajes clave en la difusión de una imagen vanguardista de Galicia. Carballo fue el creador del icónico eslogan «La arruga es bella» para Adolfo Domínguez, y del entrañable Pelegrín del Xacobeo en los años 90. No solo posicionó a la moda gallega en España y a nivel internacional, sino que también consolidó la identidad de empresas como Pescanova, Coren o Aguas de Mondariz. “Grupos como Siniestro Total, Golpes Bajos y Aerolíneas Federales dieron forma a la escena musical local, llevando su creatividad más allá de Galicia. Décadas más tarde, figuras como Iván Ferreiro o Carlos Núñez consolidaron el prestigio musical de Vigo, al igual que el escritor Domingo Villar en el ámbito literario o Antón Reixa en su multidisciplinar carrera como poeta, músico y productor audiovisual. El legado de estos profesionales es un ejemplo del potencial transformador de la creatividad”, señala. Sin embargo, las corrientes macroeconómicas y las políticas de desarrollo apostaron decididamente por un Vigo industrial, relegando en parte ese potencial creativo en favor de sectores como la automoción y el naval. “Hoy, con estos sectores enfrentando retos y crisis, cabe preguntarse cuál puede ser el nuevo motor de cambio. La respuesta podría estar en la creatividad: diseño, publicidad, radio, producción de contenido audiovisual e innovación. Hagamos memoria y tomaremos consciencia de que las respuestas pueden estar en el ADN de este territorio”.
Corea y Málaga, ejemplos de éxito
El ejemplo de Corea del Sur es revelador. Su Ministerio de Cultura anunció una estrategia para impulsar la política cultural internacional, buscando transformar al país en un referente global. Con centros culturales distribuidos por todo el mundo y políticas de formación y promoción, Corea ha logrado consolidar su cultura como un activo estratégico global. Producciones como 'El juego del calamar', música y bailes del K-pop son muestra de su impacto cultural.
Málaga también ha demostrado cómo un cambio de enfoque puede transformar el tejido urbano. Tras décadas centrada en el turismo de sol y playa, Málaga apostó por servicios y ofertas culturales que han renovado su imagen y dinamizado su economía. Valencia y Barcelona, por su parte, han hecho del diseño gráfico y la imagen cuidada una seña de identidad, proyectando su cultura de manera internacional.
Además, ya en 2010, la Comisión Europea y Reino Unido redactaron el "Libro Verde", una estrategia para fomentar el papel de las ICC en la economía y la cohesión social, destacando su importancia para el desarrollo sostenible de las ciudades europeas. Un modelo que Vigo podría adaptar, integrando las ICC como un sector estratégico de importancia similar al turismo, el sector naval o la automoción. Vigo, con su tradición artística, escena musical vibrante y espacios con gran potencial, está en una posición inmejorable para apostar por las ICC como palanca de desarrollo. La cultura genera identidad, cohesiona comunidades y proyecta la imagen de Vigo como una ciudad viva, moderna y en constante evolución. Invertir en las ICC es invertir en el futuro.
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